4/03/2020, 17:31
La kunoichi empezó a vagar por las zonas colindantes, pero no hubo mayor pista al respecto. Ciertamente los callejones estaban vacíos de todo rastro de animales, siendo que sus únicos ocupantes solían ser alguna que otra rata ocasional que se escabullía entre los desperdicios y correteaba entre esquinas intentando huir de la zona. ¿La última vez había tenido suerte? Pues parecía que se le había acabado por el momento. En pleno bullicio del Distrito Comercial era poco probable que el animal saliese de su escondrijo.
En algún momento creería ver movimiento en la trastienda de un negocio, pero si se acercaba a ver descubriría que lo que estaba fisgoneando entre las bolsas y contenedores no era más que un vagabundo de ropas gastadas.
En algún momento creería ver movimiento en la trastienda de un negocio, pero si se acercaba a ver descubriría que lo que estaba fisgoneando entre las bolsas y contenedores no era más que un vagabundo de ropas gastadas.