4/03/2020, 18:47
2 de Ceniza del 219
Hola. Hoy Urami se va de fiesta con sus compañeros del curro, y yo tengo más tiempo de lo normal para mí. Para pensar en mis cosas. Para pensar en el Gran Shukaku. Sobre nuestra relación, más bien.
¿Es un poco injusta, no crees? Al principio, el odio era mutuo. Nada malo ahí. Yo le jodía aprisionándole, él me jodía aprisionándome a mí en sus pesadillas. Todo legal, nada que decir. Cada uno hacía lo que le tocaba hacer. Llegó un momento, no obstante, a finales del año pasado, que algo cambió: él dejó de causarme pesadillas; yo seguía encerrándole.
Y ahora la cosa sigue a más. Él me ayuda a destruir un General —honestamente, no hubiese podido hacer una mierda sin su chakra—, y a cambio, yo… Bueno, sigo encerrándole. ¿Ves por dónde voy? Ha dejado de ser una relación de mierda, pero equilibrada al menos, a ser… Creo que la palabra es tóxica. Sí, una relación tóxica.
Pero claro, ¿cuál es la opción, hmm? ¿Darle la Llave? ¿Imitar a Ayame? Ella tiene… no diré suerte, pero lo suyo es distinto. Kokuō es una pacifista la mayor parte del tiempo, y además sabe lo que le conviene. Sabe que ahí afuera no durará ni dos semanas. Shukaku, en cambio… Bueno, pacifista no es, eso desde luego. Ni alguien que sepa controlar sus impulsos. Y es orgulloso. ¿De verdad puedo creer que sabría controlarse ante Hanabi, o mis amigos, o cualquiera?
Dioses… ¿Ves cómo hablo? Tú también te has dado cuenta, ¿no? ¡Si es que ya estoy dando por sentado que no me mataría nada más quitarle los anillos que le sujetan! ¿No será que cogí el síndrome ese? Ya sabes, el que a veces tienen las personas que pasaron mucho tiempo con sus secuestradores. Que es como que intentan justificarles, como si les hubiesen cogido cariño, vaya. Podríamos llamarle el Síndrome amejin, sí. Aunque pensándolo bien, dada nuestra situación, sería Shukaku quien sufriese dicho síndrome y no yo, por que soy yo quien le mantiene secuestrado…
¡¡¡Aaaaggghhh!!! ¡Qué puto lío, joder!
¿Es un poco injusta, no crees? Al principio, el odio era mutuo. Nada malo ahí. Yo le jodía aprisionándole, él me jodía aprisionándome a mí en sus pesadillas. Todo legal, nada que decir. Cada uno hacía lo que le tocaba hacer. Llegó un momento, no obstante, a finales del año pasado, que algo cambió: él dejó de causarme pesadillas; yo seguía encerrándole.
Y ahora la cosa sigue a más. Él me ayuda a destruir un General —honestamente, no hubiese podido hacer una mierda sin su chakra—, y a cambio, yo… Bueno, sigo encerrándole. ¿Ves por dónde voy? Ha dejado de ser una relación de mierda, pero equilibrada al menos, a ser… Creo que la palabra es tóxica. Sí, una relación tóxica.
Pero claro, ¿cuál es la opción, hmm? ¿Darle la Llave? ¿Imitar a Ayame? Ella tiene… no diré suerte, pero lo suyo es distinto. Kokuō es una pacifista la mayor parte del tiempo, y además sabe lo que le conviene. Sabe que ahí afuera no durará ni dos semanas. Shukaku, en cambio… Bueno, pacifista no es, eso desde luego. Ni alguien que sepa controlar sus impulsos. Y es orgulloso. ¿De verdad puedo creer que sabría controlarse ante Hanabi, o mis amigos, o cualquiera?
Dioses… ¿Ves cómo hablo? Tú también te has dado cuenta, ¿no? ¡Si es que ya estoy dando por sentado que no me mataría nada más quitarle los anillos que le sujetan! ¿No será que cogí el síndrome ese? Ya sabes, el que a veces tienen las personas que pasaron mucho tiempo con sus secuestradores. Que es como que intentan justificarles, como si les hubiesen cogido cariño, vaya. Podríamos llamarle el Síndrome amejin, sí. Aunque pensándolo bien, dada nuestra situación, sería Shukaku quien sufriese dicho síndrome y no yo, por que soy yo quien le mantiene secuestrado…
¡¡¡Aaaaggghhh!!! ¡Qué puto lío, joder!
«¡Qué lección voy a darte, si ni me aclaro yo! No, ¡espera! Se me ocurre una. A veces…
¡A veces las lecciones tienes que dártelas tú mismo, hostia!»
¡A veces las lecciones tienes que dártelas tú mismo, hostia!»
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado