5/03/2020, 23:26
—¿Hmmm?— El hombre se volteó lentamente para observar a la niña.
Era un hombre de unos cuarenta años, tenía barba de candado y el pelo largo hasta los hombros. Sus ropas estaban algo viejas y andrajosas, pero al menos eran impermeables y lograban mantener al tipo sin un resfriado perpetuo. Sus ojos eran violetas, y observaba con curiosidad a la kunoichi. Más allá de estar despeinado y con andrajos, al menos se podría decir que estaba limpio.
—Kunoichi...— Dijo con tono casi melancólico al observar la placa, dejando escapar con su aliento aroma a tabaco. —¿Ayudarme?— carcajeó tras decir aquellas palabras. —Ahhh, ¿acaso ibas a ofrecerme algo para comer? Eres un poco rarita para acercarte y preguntarle a este pobre diablo para socorrerlo— Contestó con una afligida sonrisa.
El hombre tenía unos cabellos raros en color púrpura, y era bastante alto. Sin embargo, algo le decía a la jovencita que no era un mal sujeto. Parecía un vago bastante carismático y amable en primera instancia y no daba motivos reales por loas cuales desconfiar o creer que fuese peligroso.
—No se supone que una niña hable con un tipo como yo — se rascó la nuca y sonrió.
Era un hombre de unos cuarenta años, tenía barba de candado y el pelo largo hasta los hombros. Sus ropas estaban algo viejas y andrajosas, pero al menos eran impermeables y lograban mantener al tipo sin un resfriado perpetuo. Sus ojos eran violetas, y observaba con curiosidad a la kunoichi. Más allá de estar despeinado y con andrajos, al menos se podría decir que estaba limpio.
—Kunoichi...— Dijo con tono casi melancólico al observar la placa, dejando escapar con su aliento aroma a tabaco. —¿Ayudarme?— carcajeó tras decir aquellas palabras. —Ahhh, ¿acaso ibas a ofrecerme algo para comer? Eres un poco rarita para acercarte y preguntarle a este pobre diablo para socorrerlo— Contestó con una afligida sonrisa.
El hombre tenía unos cabellos raros en color púrpura, y era bastante alto. Sin embargo, algo le decía a la jovencita que no era un mal sujeto. Parecía un vago bastante carismático y amable en primera instancia y no daba motivos reales por loas cuales desconfiar o creer que fuese peligroso.
—No se supone que una niña hable con un tipo como yo — se rascó la nuca y sonrió.