27/03/2020, 10:23
El de cabellos tricolores mantuvo una sonrisa sórdida mientras veía acercarse a un joven de cabellos blancuzcos. Mucho antes que el susodicho llegase a su posición, ya lo estaba escudriñando de pies a cabeza con la mirada. "Pero miren al pretty boy que tenemos aquí." Se mofaba para sus adentros. La bandana en el cuello le hizo ya ir deduciendo de quién se trataba, pues estando clausurada la biblioteca había pocos motivos para los que alguien llegara por casualidad al sitio. Escuchó al mentado presentarse, pero lo primero que hizo fue echarse a carcajadas.
—¿Restablecer este lugar? Tch, parece que usas esas palabras a propósito para sonar más melodramático — Afiló la mirada con tono desafiante. Ciertamente gustaba de provocar a los demás cuando le era posible.
Se separó del muro y caminó aún con los brazos cruzados hasta el recién llegado. Al comparar alturas, Rōga era visiblemente más pequeño y claramente algunos años menor que su compatriota, pero no por ello lucía intimidado en lo absoluto. Ciertamente estaba relajado y en su zona de confort.
—Yami, ¿eh? Así que me toca trabajar con vos — Nunca perdía ese manerismo de hablar, utilizando el apellido para referirse a los demás como respeto, pero omitiendo claramente honoríficos y usando parte de su jerga de quién sabe Amenokami dónde sacó. —¿Qué tanta experiencia tienes? — Exigió saber en un tono más imperativo que interrogativo.
—¿Restablecer este lugar? Tch, parece que usas esas palabras a propósito para sonar más melodramático — Afiló la mirada con tono desafiante. Ciertamente gustaba de provocar a los demás cuando le era posible.
Se separó del muro y caminó aún con los brazos cruzados hasta el recién llegado. Al comparar alturas, Rōga era visiblemente más pequeño y claramente algunos años menor que su compatriota, pero no por ello lucía intimidado en lo absoluto. Ciertamente estaba relajado y en su zona de confort.
—Yami, ¿eh? Así que me toca trabajar con vos — Nunca perdía ese manerismo de hablar, utilizando el apellido para referirse a los demás como respeto, pero omitiendo claramente honoríficos y usando parte de su jerga de quién sabe Amenokami dónde sacó. —¿Qué tanta experiencia tienes? — Exigió saber en un tono más imperativo que interrogativo.