29/03/2020, 03:45
Ciertamente no teníamos nada en común exceptuando la misión, sin darle más vueltas al asunto lo mire fijamente esperando a que me diera respuesta sobre el bibliotecario, pero este me expuso una serie de sandeces que no tenía por qué aguantármelas. – Parece ser un niño, con falta de cariño para estar pensando así. Pero bueno eso no me interesa, aunque nunca me ha faltado nada siento que no estoy completo...- A pesar de las diferencias ese joven me transmitía algo familiar, como si pudiéramos conectar de alguna manera.
-Dejando de lado esta discusión se me hace extraño que hayan saqueado un simple biblioteca… para ser uno criminales ordinarios deberían querer algo más que riquezas.- El joven por fin se decidió a cooperar en la misión, me dijo con un tono de superioridad que me irritaba pero ya me estaba acostumbrando, me pidió que lo siguiera.
-Solo por esta vez lo dejare pasar, pero no creas que esto se quedara así pequeñajo.- Me reincorpore y mirándolo seguí el camino de aquel pequeñajo de pelos locos, caminamos unos cuantos metros rodeando la estructura bibliográfica pero todo era una incógnita para mí, solo conocía la parte general de la biblioteca, pues hace años que no venía a verla, la última vez fue en aquella época en la academia donde venía enseñarle a mis hermanos los tipos de elementos del mundo shinnobi, eran buenas épocas aunque yo era muy frio sentí un poco de calidez mía reflejada en ellos.
Cada paso que avanzábamos sentía una llama en mi interior que me quemaba el estómago, la desesperación me carcomía, recién conociese joven y no confiaba mucho en el pues nuestra primera impresión no fue la mejor. Me detuve y sin contenerme le dije…
-Eh pequeñajo a donde es que me lleva perdón?.-
-Dejando de lado esta discusión se me hace extraño que hayan saqueado un simple biblioteca… para ser uno criminales ordinarios deberían querer algo más que riquezas.- El joven por fin se decidió a cooperar en la misión, me dijo con un tono de superioridad que me irritaba pero ya me estaba acostumbrando, me pidió que lo siguiera.
-Solo por esta vez lo dejare pasar, pero no creas que esto se quedara así pequeñajo.- Me reincorpore y mirándolo seguí el camino de aquel pequeñajo de pelos locos, caminamos unos cuantos metros rodeando la estructura bibliográfica pero todo era una incógnita para mí, solo conocía la parte general de la biblioteca, pues hace años que no venía a verla, la última vez fue en aquella época en la academia donde venía enseñarle a mis hermanos los tipos de elementos del mundo shinnobi, eran buenas épocas aunque yo era muy frio sentí un poco de calidez mía reflejada en ellos.
Cada paso que avanzábamos sentía una llama en mi interior que me quemaba el estómago, la desesperación me carcomía, recién conociese joven y no confiaba mucho en el pues nuestra primera impresión no fue la mejor. Me detuve y sin contenerme le dije…
-Eh pequeñajo a donde es que me lleva perdón?.-
Hablo Pienso Narro