30/03/2020, 10:48
—Paciencia — Fue lo único que respondió sin siquiera voltear a verle.
Al adentrarse a la biblioteca, notarían que el daño era más un desorden que la destrucción en sí. Varias estanterías de libros fueron derribadas como piezas de dominó en cadena. Los libros estaban esparcidos por todo el sitio sin ton ni son, una bandera con el símbolo de Amegakure yacía quemada en el suelo. Ciertamente no había sido un asunto de simple vandalismo el que sucedió en aquel inmueble. Para pasar, el de cabellos tricolor tuvo que buscar un rodeo para no ensuciar más si es que eso era posible.
De repente, una figura que parecía estar en un escritorio en uno de los rincones de la biblioteca pareció alertarse de la presencia de los jóvenes y se giró de inmediato para acercarse hasta ellos.
—¿¡Oh!? ¿Ya están aquí? ¿Qué hora se supone que es?— El bibliotecario se sacó un reloj de su bolsillo y lo observó con preocupación. —Oh no, no otra vez.
El más joven de ambos puso los brazos en jarra.
—Según el pergamino debíamos estar en la puerta de la biblioteca, pero al no ver a nadie decidí entrar de una vez por todas — Aclaró.
—Lo lamento mucho, perdí la noción del tiempo al contemplar todo este caos... Kasano Yue, director de la Biblioteca — Terminó por hacer una reverencia para presentarse.
Al adentrarse a la biblioteca, notarían que el daño era más un desorden que la destrucción en sí. Varias estanterías de libros fueron derribadas como piezas de dominó en cadena. Los libros estaban esparcidos por todo el sitio sin ton ni son, una bandera con el símbolo de Amegakure yacía quemada en el suelo. Ciertamente no había sido un asunto de simple vandalismo el que sucedió en aquel inmueble. Para pasar, el de cabellos tricolor tuvo que buscar un rodeo para no ensuciar más si es que eso era posible.
De repente, una figura que parecía estar en un escritorio en uno de los rincones de la biblioteca pareció alertarse de la presencia de los jóvenes y se giró de inmediato para acercarse hasta ellos.
—¿¡Oh!? ¿Ya están aquí? ¿Qué hora se supone que es?— El bibliotecario se sacó un reloj de su bolsillo y lo observó con preocupación. —Oh no, no otra vez.
El más joven de ambos puso los brazos en jarra.
—Según el pergamino debíamos estar en la puerta de la biblioteca, pero al no ver a nadie decidí entrar de una vez por todas — Aclaró.
—Lo lamento mucho, perdí la noción del tiempo al contemplar todo este caos... Kasano Yue, director de la Biblioteca — Terminó por hacer una reverencia para presentarse.