10/04/2020, 23:07
En otras circunstancias, quizá se hubiese reído; pero no ahí.
Daigo vería a un Rōga con las cejas arqueadas y sin su habitual sonrisa, aunque tampoco pareció mostrar sorpresa o reacción alguna ante el grito dado por su compañero.
"Aún tras tanto, ¿querías seguir peleando eh?" Se guardó eso para sí, no quería echarle sal a la herida de Daigo. Ciertamente el kusajin parecía más una momia desenterrada de algún sitio en el País del Viento, pero no podía echarle bronca por exigirse de más cuando el en su propio combate pensó y utilizó maniobras autodestructivas. Él hubiese hecho lo mismo de exigirse hasta el limite, pero la diferencia radicaba en las intenciones planteadas.
—Tsukiyama...— Dijo desanimado.
Le miró de arriba para abajo, no quería realmente imaginarse como sería sin las vendas. Él solía ser muy elocuente, pero después de mucho tiempo sentía que no sabía que decir. Más que la derrota de su rival, le preocupaba el deplorable estado en el que había acabado su viejo conocido.
—¿Por qué pasó esto?— Inquirió sin dar nada de contexto.
Hasta hace nada, no se había preocupado demasiado por las implicaciones del Torneo. La salida de Kusagakure de la Alianza tras la muerte del anterior Morikage. Quería pensar que ello no le iba a salpicar, pero ciertamente empezó a notar la saña en contra de Kusagakure, y eso le dolía. No quería pelear un evento que sirviese de eufemismo para el odio creciente.
Daigo vería a un Rōga con las cejas arqueadas y sin su habitual sonrisa, aunque tampoco pareció mostrar sorpresa o reacción alguna ante el grito dado por su compañero.
"Aún tras tanto, ¿querías seguir peleando eh?" Se guardó eso para sí, no quería echarle sal a la herida de Daigo. Ciertamente el kusajin parecía más una momia desenterrada de algún sitio en el País del Viento, pero no podía echarle bronca por exigirse de más cuando el en su propio combate pensó y utilizó maniobras autodestructivas. Él hubiese hecho lo mismo de exigirse hasta el limite, pero la diferencia radicaba en las intenciones planteadas.
—Tsukiyama...— Dijo desanimado.
Le miró de arriba para abajo, no quería realmente imaginarse como sería sin las vendas. Él solía ser muy elocuente, pero después de mucho tiempo sentía que no sabía que decir. Más que la derrota de su rival, le preocupaba el deplorable estado en el que había acabado su viejo conocido.
—¿Por qué pasó esto?— Inquirió sin dar nada de contexto.
Hasta hace nada, no se había preocupado demasiado por las implicaciones del Torneo. La salida de Kusagakure de la Alianza tras la muerte del anterior Morikage. Quería pensar que ello no le iba a salpicar, pero ciertamente empezó a notar la saña en contra de Kusagakure, y eso le dolía. No quería pelear un evento que sirviese de eufemismo para el odio creciente.