14/04/2020, 00:40
(Última modificación: 14/04/2020, 00:41 por King Roga. Editado 2 veces en total.)
Rōga le devolvió la mirada a la kunoichi, debido a que él tampoco tenía las respuestas. Finalmente, sus ojos se dirigieron al bibliotecario, el cual agachó su mirada de manera sombría ante la pregunta.
—Ellos clamaban por la "memoria de nuestras víctimas" — Soltó enigmático.
El genin giró la cabeza cómo un perro que observa a su dueño, confundido por el repentino aire de misterio que parecía emitir aquel cuatro ojos. Él siempre era un exagerado pero se extrañaba cuando otros se comportaban de esa manera.
—Encontramos varios panfletos donde los atacantes decían que la verdad de las bestias con cola estaba en los libros de historia, y que no se debía manchar la memoria de los que están sepultados en el Cementerio del Gobi— El hombre empezó a caminar e hizo un ademán con la mano para que los genin le siguiesen el paso. —Aparentemente, ahora que se ha empezado a difundir la idea de que necesitamos la ayuda de los bijū se han formado pequeñas revueltas en contraposición— Se detuvo frente al muro que estaba al otro lado de la sala.
Frente a ellos se alzaba un enorme graffiti, pintado con aerosol negro y que rezaba: "No perdonemos, no olvidemos la Ciudad Fantasma".
—¡Pero serán animales! — Infló los cachetes en señal de molestia al leer aquello.
—Ellos clamaban por la "memoria de nuestras víctimas" — Soltó enigmático.
El genin giró la cabeza cómo un perro que observa a su dueño, confundido por el repentino aire de misterio que parecía emitir aquel cuatro ojos. Él siempre era un exagerado pero se extrañaba cuando otros se comportaban de esa manera.
—Encontramos varios panfletos donde los atacantes decían que la verdad de las bestias con cola estaba en los libros de historia, y que no se debía manchar la memoria de los que están sepultados en el Cementerio del Gobi— El hombre empezó a caminar e hizo un ademán con la mano para que los genin le siguiesen el paso. —Aparentemente, ahora que se ha empezado a difundir la idea de que necesitamos la ayuda de los bijū se han formado pequeñas revueltas en contraposición— Se detuvo frente al muro que estaba al otro lado de la sala.
Frente a ellos se alzaba un enorme graffiti, pintado con aerosol negro y que rezaba: "No perdonemos, no olvidemos la Ciudad Fantasma".
—¡Pero serán animales! — Infló los cachetes en señal de molestia al leer aquello.