22/12/2015, 23:44
El albino se había presentado, no quizás de la mejor manera, pero al menos era un primer paso. El liberador de almas. No le desagradaba ese nombre, de hecho esa era su principal función mientras las fuerzas le acompañasen. Su rostro paseaba bajo el nuboso cielo, y sus orbes de distintos pigmentos resaltaban entre tanta penumbra y escasez de color. Al fin el chico tenía algo de compañía, fuere quien fuere aquél chico.
Su nombre no se hizo de rogar, según decía se hacía llamar Karamaru, miembro del clan Habaki, y shinobi de Amegakure. Se encontraba en sus nuevos dominios a un chico procedente de la tierra que había dado fin a su anterior casa. Quizás debiere enfadarse, o simplemente darle las gracias por tan bondadosa acción por parte de su villa... En fin, tampoco era algo que destacar, o sí...
El chico dejó de lado, ahora sí, el bloc de dibujo. Lo dejó justo a su vera, no se esforzó en guardarlo tan siquiera. Tras ello, se dejó balancear levemente hacia delante, quedando ligeramente inclinado en esa perspectiva. Sus orbes de nuevo enfocaban al sombrero de paja.
—Es agradable... un shinobi de la aldea que arrasó por completo a Kusagakure... El ataque de Amegakure a esa aldea desatendida de la mano de dios fue divertida, divertida y entretenida...— Recriminó, para tras ello sacar una tétrica sonrisa. —A mi puedes llamarme por el nombre de Blame, mi auténtico nombre lo perdí hace tiempo...—
Con sus palabras, buscaba quizás una respuesta ante tanta incógnita. ¿Quienes estaban realmente tras ese ataque? ¿Todos los shinobis de Ame conocían la verdad? Quizás, y sobretodo de ser cierto, la respuesta del sombrero de paja no fuese de lo mas alentadora... pero era un riesgo a asumir. Quien no arriesga, no gana. Aunque pocas cosas podía ganar... mas que obtener algo de información, pero oye, la información a veces es mas valiosa que el mas puro oro.
Su nombre no se hizo de rogar, según decía se hacía llamar Karamaru, miembro del clan Habaki, y shinobi de Amegakure. Se encontraba en sus nuevos dominios a un chico procedente de la tierra que había dado fin a su anterior casa. Quizás debiere enfadarse, o simplemente darle las gracias por tan bondadosa acción por parte de su villa... En fin, tampoco era algo que destacar, o sí...
El chico dejó de lado, ahora sí, el bloc de dibujo. Lo dejó justo a su vera, no se esforzó en guardarlo tan siquiera. Tras ello, se dejó balancear levemente hacia delante, quedando ligeramente inclinado en esa perspectiva. Sus orbes de nuevo enfocaban al sombrero de paja.
—Es agradable... un shinobi de la aldea que arrasó por completo a Kusagakure... El ataque de Amegakure a esa aldea desatendida de la mano de dios fue divertida, divertida y entretenida...— Recriminó, para tras ello sacar una tétrica sonrisa. —A mi puedes llamarme por el nombre de Blame, mi auténtico nombre lo perdí hace tiempo...—
Con sus palabras, buscaba quizás una respuesta ante tanta incógnita. ¿Quienes estaban realmente tras ese ataque? ¿Todos los shinobis de Ame conocían la verdad? Quizás, y sobretodo de ser cierto, la respuesta del sombrero de paja no fuese de lo mas alentadora... pero era un riesgo a asumir. Quien no arriesga, no gana. Aunque pocas cosas podía ganar... mas que obtener algo de información, pero oye, la información a veces es mas valiosa que el mas puro oro.