21/04/2020, 20:52
—Me matas las ilusiones con tus palabras — Se encogió de hombros con gesto cínico. —Aunque quizá y sólo quizá nos veamos las caras en la arena del Torneo — Ciertamente estaba algo decepcionado, pues tenía todas las ganas de darse de golpes con el peliverde, pero iba a tener que aguantarse por el momento. Los dos venían de combatir contra oponentes terribles el día anterior y aunque el corazón esté dispuesto los huesos no tanto.
El peliverde fue ahora el que se cruzó de brazos, buscando imponer su mirada contra la del cachorro de Lobo. Fue directo y conciso, pero el de cabellos tricolor no se inmutó ante lo más mínimo ante la pregunta. En su lugar, alzó la mirada a los cielos mientras mantenía los brazos cruzados.
—Lo pensé, estuve con la espina mucho tiempo en el corazón. Cosas fueron sucediendo y cada vez más la idea se fue arraigando. Antes yo no hubiese aspirado a nada más, pero me he dado cuenta que hay cosas que sólo cambian si alguien mueve el culo. Y si nadie más lo hace, seré yo...
»Así que si quieres una respuesta, es sí.
Sus orbes dorados volvieron al peliverde.
—Planeo algún día volverme Arashikage, para que se superen los viejos rencores. Tanto los de la gente de Amegakure como los de las otras aldeas. No buscaré un sueño ridículo dónde por arte de magia nos llevemos bien, pero es la única manera en la que podré cambiar antiguas creencias.
El peliverde fue ahora el que se cruzó de brazos, buscando imponer su mirada contra la del cachorro de Lobo. Fue directo y conciso, pero el de cabellos tricolor no se inmutó ante lo más mínimo ante la pregunta. En su lugar, alzó la mirada a los cielos mientras mantenía los brazos cruzados.
—Lo pensé, estuve con la espina mucho tiempo en el corazón. Cosas fueron sucediendo y cada vez más la idea se fue arraigando. Antes yo no hubiese aspirado a nada más, pero me he dado cuenta que hay cosas que sólo cambian si alguien mueve el culo. Y si nadie más lo hace, seré yo...
»Así que si quieres una respuesta, es sí.
Sus orbes dorados volvieron al peliverde.
—Planeo algún día volverme Arashikage, para que se superen los viejos rencores. Tanto los de la gente de Amegakure como los de las otras aldeas. No buscaré un sueño ridículo dónde por arte de magia nos llevemos bien, pero es la única manera en la que podré cambiar antiguas creencias.