31/05/2020, 23:05
Yatagama miró a su nuevo amigo, con una sonrisa amorfa.
—Bien, amigo mío. Te lo voy a contar. Pero debes prometerme que tienes que mantener la mente abierta porque lo que estoy a punto de revelarte, cambiará tu percepción de la Liga por completo —volteó a ver el ring de nuevo, donde ya empezaba a haber más movimiento. Un puñado de tipos s sentó en una mesa en uno de los laterales de la arena, eran cuatro. Probablemente se trataban de los jueces. También un tipo en traje, bien vestido, cruzó las cuerdas del ring y empezó a probar un micrófono—. ¿estás listo?
—Bien, amigo mío. Te lo voy a contar. Pero debes prometerme que tienes que mantener la mente abierta porque lo que estoy a punto de revelarte, cambiará tu percepción de la Liga por completo —volteó a ver el ring de nuevo, donde ya empezaba a haber más movimiento. Un puñado de tipos s sentó en una mesa en uno de los laterales de la arena, eran cuatro. Probablemente se trataban de los jueces. También un tipo en traje, bien vestido, cruzó las cuerdas del ring y empezó a probar un micrófono—. ¿estás listo?