15/06/2020, 16:12
—No hay de qué —le respondió Toshio, sonriente.
Entre los dos, los jóvenes consiguieron volver a colocar casi todo en su sitio, excepto la pequeña fuente de bambú que ya se había roto y el encargado no tenía más opción que guardarla, probablemente para tirarla luego.
De un cajó, el chico sacó un pergamino para un emocionado Toshio, que rápidamente lo tomó para leerlo sin pensárselo dos veces.
«¿¡Bandidos y asaltantes!? ¡Eso es imperdonable!» por desgracia, en su estado actual era imposible que pudiera hacer algo al respecto. Solo ayudar a replantar los árboles.
—Perfecto. Yo me encargo —le dijo, motivado por su encargo—. ¿Dónde me debo encontrar con Hina?
Entre los dos, los jóvenes consiguieron volver a colocar casi todo en su sitio, excepto la pequeña fuente de bambú que ya se había roto y el encargado no tenía más opción que guardarla, probablemente para tirarla luego.
De un cajó, el chico sacó un pergamino para un emocionado Toshio, que rápidamente lo tomó para leerlo sin pensárselo dos veces.
«¿¡Bandidos y asaltantes!? ¡Eso es imperdonable!» por desgracia, en su estado actual era imposible que pudiera hacer algo al respecto. Solo ayudar a replantar los árboles.
—Perfecto. Yo me encargo —le dijo, motivado por su encargo—. ¿Dónde me debo encontrar con Hina?