26/06/2020, 22:09
(Última modificación: 26/06/2020, 22:10 por Maki Isamu.)
El jutsu había impactado de lleno al hombre que había atentado contra él. Sus manos se dirigieron rápido a las sabanas que cubrían su cuerpo y se destapó para pararse y estar atento a que no venga otro ataque por parte del tipo que estaba tirado en frente suyo. Comenzó a tomar grandes bocanadas de aire, recuperando la respiración. Aunque sabía los daños que podía hacer y la potencia de su ataque, se sorprendió un poco al notar que, al empujarlo con el chorro, el hombre había arrancado una parte de la puerta.
—¿Que mierda?...—Con sus manos se frotó los ojos rápido, pensando que quizás estaba viendo mal o algún sueño le jugó una mala pasada. Pero todo era real.
Se sorprendió aún más al escuchar las palabras del contrario ¿Arreglar eso? ¿Por qué alguien que está atacándole en una casa ajena se preocuparía por arreglar algo? Pero eso no era todo lo que le llamaba la atención. Al poder verlo con más detenimiento, notó que ese hombre tenía el cabello y los ojos de un color bastante parecido al de Hangaku. No sabía si era mera coincidencia o si era un familiar de la chica. Algo que era posible, ya que le había mencionado que su padre se había ido de la casa, luego de cerrar el dojo y que lo dieran de baja como ninja. Debía ser él, no podía haber tantas coincidencias, pero era algo que no podía afirmar.
—¿Manga? ¿Gritar?—Las palabras del tipo que estaba arrodillado lo habían confundido de más. Ninguna persona se hubiera detenido a decir eso en aquella situación. —¿Qué haces aquí? ¿Quien eres? ¿Por qué entras así en esta casa y por qué hiciste esto?—Intentaba sacar algo de información de lo que estaba sucediendo, sin necesidad de seguir usando la violencia. Su semblante se notaba tranquilo pero estaba con la guardia alta y prestando atención a lo que podía suceder.
Una cosa que le preocupaba, era que si había pasado por la habitación de Isa antes que la suya y que le haya podido hacer algo. Si intentó ahorcarlo a él, podía haber hecho cualquier otra cosa en la casa.
—¿Que mierda?...—Con sus manos se frotó los ojos rápido, pensando que quizás estaba viendo mal o algún sueño le jugó una mala pasada. Pero todo era real.
Se sorprendió aún más al escuchar las palabras del contrario ¿Arreglar eso? ¿Por qué alguien que está atacándole en una casa ajena se preocuparía por arreglar algo? Pero eso no era todo lo que le llamaba la atención. Al poder verlo con más detenimiento, notó que ese hombre tenía el cabello y los ojos de un color bastante parecido al de Hangaku. No sabía si era mera coincidencia o si era un familiar de la chica. Algo que era posible, ya que le había mencionado que su padre se había ido de la casa, luego de cerrar el dojo y que lo dieran de baja como ninja. Debía ser él, no podía haber tantas coincidencias, pero era algo que no podía afirmar.
—¿Manga? ¿Gritar?—Las palabras del tipo que estaba arrodillado lo habían confundido de más. Ninguna persona se hubiera detenido a decir eso en aquella situación. —¿Qué haces aquí? ¿Quien eres? ¿Por qué entras así en esta casa y por qué hiciste esto?—Intentaba sacar algo de información de lo que estaba sucediendo, sin necesidad de seguir usando la violencia. Su semblante se notaba tranquilo pero estaba con la guardia alta y prestando atención a lo que podía suceder.
Una cosa que le preocupaba, era que si había pasado por la habitación de Isa antes que la suya y que le haya podido hacer algo. Si intentó ahorcarlo a él, podía haber hecho cualquier otra cosa en la casa.
Hablar — «Pensar»