29/07/2020, 03:41
Los ojos del chico se abrieron como dos platos cuando escuchó toda la historia de su falta de apellido. No porque le hubiera sorprendido la falta de imaginación que tenía la chica para crear una historia creíble, sino porque hacía realmente poco que esa historia se había vuelto realidad.
Tuvo que tomarse unos segundos para convencerse a sí mismo de que solo era una historia, un papel que tenía que representar, nada más. También tuvo que tomarse unos segundos para intentar olvidar sus pesadillas, unos largos segundos que tuvo que tomar prestados de la explicación de Kinumi, a la que esta vez no le prestó atención del todo.
—Entiendo. Tendré la iniciativa —respondió el chico, habiéndolo entendido todo más bien a medias.
Tuvo que tomarse unos segundos para convencerse a sí mismo de que solo era una historia, un papel que tenía que representar, nada más. También tuvo que tomarse unos segundos para intentar olvidar sus pesadillas, unos largos segundos que tuvo que tomar prestados de la explicación de Kinumi, a la que esta vez no le prestó atención del todo.
—Entiendo. Tendré la iniciativa —respondió el chico, habiéndolo entendido todo más bien a medias.