30/07/2020, 17:34
De nuevo, Toshio pestañeó varias veces, confundido. ¿Estaba enfadada? ¿No lo estaba? ¿Solo estaba actuando?
«No consigo leerla» pensó Toshio, que volvió a sonreír con confianza.
¿Que Kinumi quería que contase una de sus misiones? Pronto la Uchiha descubriría que pocas cosas en el mundo le gustaban más al chico que hablar de sí mismo.
— Oooooh, no sabes lo que acabas de hacer —Bromeó Toshio, sonriente.
El chico se acomodó en la silla, antes de empezar con su historia.
— Esta ocurrió hace tres años, al poco de convertirme en genin —empezó el chico, emocionado—. Un chico llamado Yoshimitsu vino a pedirme ayuda con unos bandidos en el Paraje del Bambú.
Tomó un trago de su bebida, que se había quedado allí cuando decidió salir a pelear.
» El tío estaba loquísimo. Lo primero que le dijo su madre cuando se enteró fue "por lo que mas quieras, no mates a nadie" ¿te lo puedes creer? —Él definitivamente no se lo creía incluso hoy en día—. Pues eso, que nos pegaron una paliza.
Esperó a ver la reacción de la chica antes de continuar.
» Me frustré muchísimo y pasé una semana entrenando con mi padre para que me aclarara varias técnicas —sonrió, recordado sus entrenamientos de Karate—. Entonces me enteré de que los mercaderes que utilizaban esa ruta ahorraron para pedir una misión rango C. La tomé sin pensarlo.
Rio. En retrospectiva eso fue una locura.
» Esta vez conseguí confundirlos con un par de Bunshin básicos y utilizando el Karate de mi padre el resto fue pan comido.
«No consigo leerla» pensó Toshio, que volvió a sonreír con confianza.
¿Que Kinumi quería que contase una de sus misiones? Pronto la Uchiha descubriría que pocas cosas en el mundo le gustaban más al chico que hablar de sí mismo.
— Oooooh, no sabes lo que acabas de hacer —Bromeó Toshio, sonriente.
El chico se acomodó en la silla, antes de empezar con su historia.
— Esta ocurrió hace tres años, al poco de convertirme en genin —empezó el chico, emocionado—. Un chico llamado Yoshimitsu vino a pedirme ayuda con unos bandidos en el Paraje del Bambú.
Tomó un trago de su bebida, que se había quedado allí cuando decidió salir a pelear.
» El tío estaba loquísimo. Lo primero que le dijo su madre cuando se enteró fue "por lo que mas quieras, no mates a nadie" ¿te lo puedes creer? —Él definitivamente no se lo creía incluso hoy en día—. Pues eso, que nos pegaron una paliza.
Esperó a ver la reacción de la chica antes de continuar.
» Me frustré muchísimo y pasé una semana entrenando con mi padre para que me aclarara varias técnicas —sonrió, recordado sus entrenamientos de Karate—. Entonces me enteré de que los mercaderes que utilizaban esa ruta ahorraron para pedir una misión rango C. La tomé sin pensarlo.
Rio. En retrospectiva eso fue una locura.
» Esta vez conseguí confundirlos con un par de Bunshin básicos y utilizando el Karate de mi padre el resto fue pan comido.