31/07/2020, 17:19
— Sí, algo así. —contestó Kinumi.
A partir de ese momento los chicos pasaron el resto del camino cómodos en silencio. Pronto, en unos pocos minutos, ya se volvían a encontrar ambos en casa de Kinumi, con la suerte de que esta vez el guardia no estaba presente.
«Qué alivio». Pensó. Ese hombre le daba miedo.
Kinumi se detuvo de golpe y se giró hacia Toshio, tomando su mano.
— Aquí tienes. —Dijo, dándole un pequeño pergamino—. Lleva eso al edificio de la Morikage y te pagaran.
La Uchiha le soltó rápidamente la mano, dudando.
—Lo sé, lo sé —respondió el chico.
— En fin, ha sido un placer, Toshio-chan. Ha estado bastante bien.
Sorprendido al encontrarse con una sonrisa sincera por parte de la chica, Toshio dudó un segundo antes de sonreír ampliamente.
— Ya lo creo, Kin-chan. —Contestó, alegre—. Bueno. Hasta la próxima~
Se giró y dio un par de pasos antes de mirar por encima de su hombro.
— Oh, y a ver si un día hacemos alguna misión juntos. —Añadió de forma casual, antes de seguir con su camino.
Diez minutos más tarde, cuando el chico ya estaba a medio camino de vuelta a casa, se dio cuenta de algo.
«Eeeespera... ¿Toshio-chan?
A partir de ese momento los chicos pasaron el resto del camino cómodos en silencio. Pronto, en unos pocos minutos, ya se volvían a encontrar ambos en casa de Kinumi, con la suerte de que esta vez el guardia no estaba presente.
«Qué alivio». Pensó. Ese hombre le daba miedo.
Kinumi se detuvo de golpe y se giró hacia Toshio, tomando su mano.
— Aquí tienes. —Dijo, dándole un pequeño pergamino—. Lleva eso al edificio de la Morikage y te pagaran.
La Uchiha le soltó rápidamente la mano, dudando.
—Lo sé, lo sé —respondió el chico.
— En fin, ha sido un placer, Toshio-chan. Ha estado bastante bien.
Sorprendido al encontrarse con una sonrisa sincera por parte de la chica, Toshio dudó un segundo antes de sonreír ampliamente.
— Ya lo creo, Kin-chan. —Contestó, alegre—. Bueno. Hasta la próxima~
Se giró y dio un par de pasos antes de mirar por encima de su hombro.
— Oh, y a ver si un día hacemos alguna misión juntos. —Añadió de forma casual, antes de seguir con su camino.
Diez minutos más tarde, cuando el chico ya estaba a medio camino de vuelta a casa, se dio cuenta de algo.
«Eeeespera... ¿Toshio-chan?