1/08/2020, 22:09
(Última modificación: 2/08/2020, 01:14 por Kurogane Toshio. Editado 1 vez en total.)
— Claro, ¿tú no?
—¿Quién, yo? —Contestó el chico, que desvió la mirada mientras hacía un ademán con la mano, intentando quitarle importancia—. Pfff, claro ¡los uso todo el tiempo!
Ni siquiera podía llegar a imaginarse cómo se veían esos ferrocarriles.
» Bueno, iré a prepararme. Te esperaré en las puertas de la Aldea —dijo, girándose—. ¡No tardes!
El chico se apresuró a marcharse directamente a casa, donde tomó una mochila para guardar un par de botellas de agua, algo de comida y un mapa, además de una muda extra de ropa. Tomó sus armas, se reajustó la bandana y volvió a salir de casa.
Antes de dirigirse a las puertas, Toshio se desvió a la armería de la aldea para tomar prestado un sello de rango C.
«Esto nos vendrá bien». Pensó, mientras iba al punto de encuentro para esperar a Kinumi, aunque por su desvío probablemente ella había llegado mucho antes que él.
—¿Quién, yo? —Contestó el chico, que desvió la mirada mientras hacía un ademán con la mano, intentando quitarle importancia—. Pfff, claro ¡los uso todo el tiempo!
Ni siquiera podía llegar a imaginarse cómo se veían esos ferrocarriles.
» Bueno, iré a prepararme. Te esperaré en las puertas de la Aldea —dijo, girándose—. ¡No tardes!
El chico se apresuró a marcharse directamente a casa, donde tomó una mochila para guardar un par de botellas de agua, algo de comida y un mapa, además de una muda extra de ropa. Tomó sus armas, se reajustó la bandana y volvió a salir de casa.
Antes de dirigirse a las puertas, Toshio se desvió a la armería de la aldea para tomar prestado un sello de rango C.
«Esto nos vendrá bien». Pensó, mientras iba al punto de encuentro para esperar a Kinumi, aunque por su desvío probablemente ella había llegado mucho antes que él.