3/08/2020, 15:49
Toshio escaló hasta su colchón mientras escuchaba la respuesta de Kinumi. ¿Ocho horas hasta Tane-Shigai? ¡Eso era mucho menos de lo que él recordaba! Luego solo tendrían que esperar una hora allí y... hacer otras diez horas de viaje hasta los campos de arroz.
— Joder... —se lamentó el chico, girándose hacia la pared.
Por desgracia ni Toshio ni Kuumi eran uno de esos ninjas que podían teletransportarse por todo Oonindo, o héroes justicieros de los que siempre aparecían justo a tiempo. Solo eran dos genin esperando a llegar a su destino para hacer los mejor que podían, incluso si solo llegaban a salvar una vida.
— Entonces mañana, cuando lleguemos... acabaremos con esto. —No lo decía para recordar que debían acabar con las desapariciones, sino que lo hacía afirmando que conseguirían hacerlo. No podían permitirse perder un solo día más.
— Joder... —se lamentó el chico, girándose hacia la pared.
Por desgracia ni Toshio ni Kuumi eran uno de esos ninjas que podían teletransportarse por todo Oonindo, o héroes justicieros de los que siempre aparecían justo a tiempo. Solo eran dos genin esperando a llegar a su destino para hacer los mejor que podían, incluso si solo llegaban a salvar una vida.
— Entonces mañana, cuando lleguemos... acabaremos con esto. —No lo decía para recordar que debían acabar con las desapariciones, sino que lo hacía afirmando que conseguirían hacerlo. No podían permitirse perder un solo día más.