22/08/2020, 01:00
El chico pestañeó un par de veces, sin entender exactamente lo que acababa de escuchar.
«¿¡Su Verde!?»
Dándose cuenta de lo que había acabado de decir, Ranko volvió a detenerse para disculparse completamente sonrojada, antes de intentar explicar el malentendido sin mucho éxito.
Fue entonces cuando Daigo decidió preguntar por su familia.
—Madre y padre están bien, gracias. S-se movilizaron apenas se puso fea la cosa y… Bueno, Kuu-chan salió con unos raspones nada más. ¡P-pero todos estamos muy bien ahora! E-en ese momento… Todo fue muy… difícil. Yo… Me paralizé cu-cuando no debía… ¡Pero logramos salir d-del estadio a tiempo! Etsu-san y Akane-san también. ¡Y Hana-san! ¿Recuerdas a Hana-san? Y su hermana también está a salvo. A-aunque no sabía que tenía una hermana en otra Aldea…
El chico bajó la mirada cuando la Sagisō se abrió sobre lo difícil que fue ese momento para ella. Sabía que fue difícil para todos. Lo fue para él, que no pudo ser de tanta ayuda como habría querido; lo fue para Rōga y Takumi también, quienes aunque Daigo pensaba que habían tomado la salida más fácil, también estaba seguro de que lo habían hecho pensando que era lo mejor; pero por encima de todo fue difícil para quienes perdieron a alguien ese día.
Y ahora que casi todos los señores feudales estaban muertos y Dragón Rojo seguía impune, pronto empezaría a ser difícil para todo el mundo, incluso para quienes no estuvieron allí.
— Sí, me acuerdo de ella. —Rio un poco, recordando lo raro que había sido el día en el que se encontraron los tres—. ¡Y eso es lo que importa! Que estamos todos bien y... que hicimos lo mejor que pudimos.
«¿¡Su Verde!?»
Dándose cuenta de lo que había acabado de decir, Ranko volvió a detenerse para disculparse completamente sonrojada, antes de intentar explicar el malentendido sin mucho éxito.
Fue entonces cuando Daigo decidió preguntar por su familia.
—Madre y padre están bien, gracias. S-se movilizaron apenas se puso fea la cosa y… Bueno, Kuu-chan salió con unos raspones nada más. ¡P-pero todos estamos muy bien ahora! E-en ese momento… Todo fue muy… difícil. Yo… Me paralizé cu-cuando no debía… ¡Pero logramos salir d-del estadio a tiempo! Etsu-san y Akane-san también. ¡Y Hana-san! ¿Recuerdas a Hana-san? Y su hermana también está a salvo. A-aunque no sabía que tenía una hermana en otra Aldea…
El chico bajó la mirada cuando la Sagisō se abrió sobre lo difícil que fue ese momento para ella. Sabía que fue difícil para todos. Lo fue para él, que no pudo ser de tanta ayuda como habría querido; lo fue para Rōga y Takumi también, quienes aunque Daigo pensaba que habían tomado la salida más fácil, también estaba seguro de que lo habían hecho pensando que era lo mejor; pero por encima de todo fue difícil para quienes perdieron a alguien ese día.
Y ahora que casi todos los señores feudales estaban muertos y Dragón Rojo seguía impune, pronto empezaría a ser difícil para todo el mundo, incluso para quienes no estuvieron allí.
— Sí, me acuerdo de ella. —Rio un poco, recordando lo raro que había sido el día en el que se encontraron los tres—. ¡Y eso es lo que importa! Que estamos todos bien y... que hicimos lo mejor que pudimos.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.