23/08/2020, 00:49
Cuando Ranko le asintió, mucho más sonriente, Daigo pudo sentirse feliz y aliviado de haberla animado un poco.
—S-sí, es lo que importa —Entonces, la kunoichi se llevó las manos a la cadera y abrió los brazos en un gesto mucho más confiado de lo que jamás se habría esperado de ella—. Imagino que Daigo-san quiere activarse con algo de entrenamiento. ¡S-sus puños deben estar ansiosos!
El boxeador sonrío. No sabía si Ranko había adquirido mucha más confianza en sí misma, o si simplemente ahora tenía más confianza con él, ahora que se conocían. Fuera como fuera, eso era suficiente para Daigo.
— No me he olvidado. Te debía un combate.
Emocionado, el chico se alejó de un saltito hacia atrás, cayendo con el pie atrasado muy flexionado y el adelantado estirándose hacia adelante. Sus dos brazos estaban levantados a la altura de su rostro, mostrándole las garras a su oponente en una pose que aunque era poco práctica para él, le pareció cool.
Entonces algo sucedió, de un momento a otro el humor de Ranko pareció cambiar por completo. No de la manera que esperaba Daigo de una pelea de entrenamiento, sino que parecía como si...
— ¿Está todo bien, Sagisō-chan? —Preguntó, preocupado.
—S-sí, es lo que importa —Entonces, la kunoichi se llevó las manos a la cadera y abrió los brazos en un gesto mucho más confiado de lo que jamás se habría esperado de ella—. Imagino que Daigo-san quiere activarse con algo de entrenamiento. ¡S-sus puños deben estar ansiosos!
El boxeador sonrío. No sabía si Ranko había adquirido mucha más confianza en sí misma, o si simplemente ahora tenía más confianza con él, ahora que se conocían. Fuera como fuera, eso era suficiente para Daigo.
— No me he olvidado. Te debía un combate.
Emocionado, el chico se alejó de un saltito hacia atrás, cayendo con el pie atrasado muy flexionado y el adelantado estirándose hacia adelante. Sus dos brazos estaban levantados a la altura de su rostro, mostrándole las garras a su oponente en una pose que aunque era poco práctica para él, le pareció cool.
Entonces algo sucedió, de un momento a otro el humor de Ranko pareció cambiar por completo. No de la manera que esperaba Daigo de una pelea de entrenamiento, sino que parecía como si...
— ¿Está todo bien, Sagisō-chan? —Preguntó, preocupado.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.