24/08/2020, 15:58
El silencio era tan denso que habría sido necesario un cuchillo para cortarlo. Pesado, capaz de hacerte no respirar. Cuando se disolvió, fue Ayame la que volvio a intervenir, preguntando si Kaido realmente iba a volver a estar entre ellas. En Amegakure. Shanise levantó la mirada. Durante el recorrido hasta la taberna Ayame se había explayado en detalles. Por lo visto Yui había vuelto a quebrar la voluntad del sello una vez más. Y le había pedido a Uchiha Datsue —ese bromista traicionero al que Shanise admiraba, en el fondo, por su habilidad con el Fūinjutsu— que eliminase el sello del Dragón Rojo.
Shanise también era experta en Fūinjutsu. Por eso precisamente, y por la información que tenían sobre Sekiryū, la mujer dudaba seriamente de que fueran capaces de traero de vuelta.
—...sí. Por lo que sé de ese sello de comunicación vuestro, Datsue es muy hábil. Seguro que lo consigue —dijo, sin embargo.
Al final de la frase, a Shanise le tembló la voz. Le tembló el párpado inferior. Su mano derecha acariciaba con inquietud el asa de la jarra de hidromiel, a la que volvió a darle un trago en un claro intento por no entablar una mirada delatora con Ayame.
Shanise también era experta en Fūinjutsu. Por eso precisamente, y por la información que tenían sobre Sekiryū, la mujer dudaba seriamente de que fueran capaces de traero de vuelta.
—...sí. Por lo que sé de ese sello de comunicación vuestro, Datsue es muy hábil. Seguro que lo consigue —dijo, sin embargo.
Percepción de Ayame 100 vs Carisma de Shanise 40
Al final de la frase, a Shanise le tembló la voz. Le tembló el párpado inferior. Su mano derecha acariciaba con inquietud el asa de la jarra de hidromiel, a la que volvió a darle un trago en un claro intento por no entablar una mirada delatora con Ayame.