1/09/2020, 03:35
(Última modificación: 1/09/2020, 03:36 por Tsukiyama Daigo. Editado 1 vez en total.)
¡BAM, BAM! Los primeros dos puñetazos de Daigo impactaron uno detrás de otro sin ningún problema, sorprendiendo satisfactoriamente a la Sagisō con su velocidad aumentada, pero esta se acostumbró rápidamente a los movimientos del boxeador, evitando limpiamente el tercer impacto antes de bloquear los últimos dos con una de las técnicas estrellas del peliverde.
—¿Te gusta? —Preguntó Ranko.
— ¡Muy buena! —Contestó el boxeador, sonriendo de orgullo.
Justo entonces el chico pudo ver venir una patada que estaba a punto de alzarse con velocidad hacia su torso. Probablemente si fuera un poco más rápido el boxeador podría haber intentado evitar el impacto de alguna manera, pero él sabía bien que no podía hacerlo.
¿O sí?
Mientras Ranko cargaba su patada, Daigo realizó un sello manual con la zurda, desapareciendo de allí y apareciendo tres metros a la derecha en un parpadeo justo cuando la primera patada apenas había rozado su ropa.
«¡Eso estuvo cerca!».
— De la que me he librado. —Comentó el chico, reconociendo que ese podría haber sido su fin.
El chico respiró profundamente, tomándose unos pocos segundos para concentrar su chakra por todo su cuerpo.
» Eres muy fuerte, Sagisō-chan. —Dijo, mientras poco a poco un aura verdosa empezaba a recubrir todo su cuerpo—. Siento no haber utilizado esto antes, sobre todo después de pedirte que no te contuvieras. Pensaba hacerlo para finalizar, pero... —¡PLAM! Chocó ambos puños con fuerza, haciendo que unos guantes hechos de chakra aparecieran en ellos—. Aquí está mi cien por cien.
Atrasó la pierna derecha de nuevo, mientras levantaba el puño derecho a la altura de la quijada y mantenía el izquierdo flexionado, a la altura de su abdomen. Habría ido al ataque justo entonces, pero activar ambas técnicas a la vez le suponía un esfuerzo tan grande que casi era contraproducente hacerlo. Casi.
—¡VAMOS!
—¿Te gusta? —Preguntó Ranko.
— ¡Muy buena! —Contestó el boxeador, sonriendo de orgullo.
Justo entonces el chico pudo ver venir una patada que estaba a punto de alzarse con velocidad hacia su torso. Probablemente si fuera un poco más rápido el boxeador podría haber intentado evitar el impacto de alguna manera, pero él sabía bien que no podía hacerlo.
¿O sí?
Mientras Ranko cargaba su patada, Daigo realizó un sello manual con la zurda, desapareciendo de allí y apareciendo tres metros a la derecha en un parpadeo justo cuando la primera patada apenas había rozado su ropa.
«¡Eso estuvo cerca!».
— De la que me he librado. —Comentó el chico, reconociendo que ese podría haber sido su fin.
El chico respiró profundamente, tomándose unos pocos segundos para concentrar su chakra por todo su cuerpo.
» Eres muy fuerte, Sagisō-chan. —Dijo, mientras poco a poco un aura verdosa empezaba a recubrir todo su cuerpo—. Siento no haber utilizado esto antes, sobre todo después de pedirte que no te contuvieras. Pensaba hacerlo para finalizar, pero... —¡PLAM! Chocó ambos puños con fuerza, haciendo que unos guantes hechos de chakra aparecieran en ellos—. Aquí está mi cien por cien.
Atrasó la pierna derecha de nuevo, mientras levantaba el puño derecho a la altura de la quijada y mantenía el izquierdo flexionado, a la altura de su abdomen. Habría ido al ataque justo entonces, pero activar ambas técnicas a la vez le suponía un esfuerzo tan grande que casi era contraproducente hacerlo. Casi.
—¡VAMOS!
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.