21/09/2020, 00:14
Los genin avanzaron un buen rato sin tener ningún sobresalto. El pelirrojo simplemente avanzó concentrándose en seguir las huellas, mientras su compañera, que parecía tener mucho mejor vista que la suya, miraba a los alrededores para asegurarse de que no tuvieran ninguna sorpresa.
Y todo pareció salir tal y como lo planeaban, pues gracias a Kinumi los chicos consiguieron encontrar a los lobos antes de que estos los encontraran a ellos.
«Sabía que podía confiar en ti, Kinumi-san». pensó el chico, sonriente.
Caminando, el joven subió en silencio hasta ponerse al lado de su compañera, antes de hacerle una seña con la mano para avanzar.
— Deberíamos que acercarnos un poco para saber lo que están comiendo, por si... bueno. —Le dijo en voz baja, aunque no quería pensar en la posibilidad de que eso que se estaban comiendo pudiese ser una persona.
De la forma más sigilosa que pudo, el herrero avanzó por los árboles hasta poder identificar desde una distancia segura el almuerzo de los animales.
Y todo pareció salir tal y como lo planeaban, pues gracias a Kinumi los chicos consiguieron encontrar a los lobos antes de que estos los encontraran a ellos.
«Sabía que podía confiar en ti, Kinumi-san». pensó el chico, sonriente.
Caminando, el joven subió en silencio hasta ponerse al lado de su compañera, antes de hacerle una seña con la mano para avanzar.
— Deberíamos que acercarnos un poco para saber lo que están comiendo, por si... bueno. —Le dijo en voz baja, aunque no quería pensar en la posibilidad de que eso que se estaban comiendo pudiese ser una persona.
De la forma más sigilosa que pudo, el herrero avanzó por los árboles hasta poder identificar desde una distancia segura el almuerzo de los animales.