22/09/2020, 21:52
La ciudad sobre las montañas parecía ser un punto en común que llamaba la atención de mucha gente, o por lo menos eso le parecía a él. No sabía bien que era lo que la gente iba a hacer o buscar ese lugar. Sin duda, tenía una fachada muy linda y que podía llegar atraer turistas, además de parecer un lugar bastante tranquilo y donde no tenía pinta de haya complicaciones o conflictos.
«Supongo que valdrá la pena.»
Solo unos metros por delante le quedaban para llegar al dichoso lugar. A primera vista, vio más gente de lo que pensó que iba a haber. Si es verdad que es la única ciudad grande que existe en el país, pero quizás pensó que la fluctuación de gente iba a estar un poco más reducida en esa época del año. De todos modos, eso no iba a cambiar su humor ni arruinar su pequeña salida de la aldea.
«Al fin.» Suspiró y empezó a estirar sus músculos unos momentos antes de entrar.
Con un lento caminar y con sus ojos observando inquietantemente el nuevo lugar, se iba adentrando a su ritmo. Su cuerpo lo sentía algo pesado, quizás por el cambio de clima que hay entre este lugar y su aldea residencial, pero no se sentía cien por ciento cómodo en esos lares.
Paró un momento su andar para poder hidratarse, quedándose observando con más detalle el lugar que lo rodeaba. No había nada que le llamase especialmente la atención.
«Bueno, esto no es lo que esperaba. Pero por lo menos voy a poder despejarme y descansar un poco.» Cuando sus labios tocaban la botella y comenzaba a beber el contenido, con su mirada empezó a seguir a un chico que logró captar la atención. Solo con ver las rastas, ya le parecía una persona por lo menos curiosa. «¿Y este tipo de donde salió?»
No se esmeró mucho en disimular que lo estaba viendo, sin darle mucha importancia a lo que pensaran las demás personas.
«Supongo que valdrá la pena.»
Solo unos metros por delante le quedaban para llegar al dichoso lugar. A primera vista, vio más gente de lo que pensó que iba a haber. Si es verdad que es la única ciudad grande que existe en el país, pero quizás pensó que la fluctuación de gente iba a estar un poco más reducida en esa época del año. De todos modos, eso no iba a cambiar su humor ni arruinar su pequeña salida de la aldea.
«Al fin.» Suspiró y empezó a estirar sus músculos unos momentos antes de entrar.
Con un lento caminar y con sus ojos observando inquietantemente el nuevo lugar, se iba adentrando a su ritmo. Su cuerpo lo sentía algo pesado, quizás por el cambio de clima que hay entre este lugar y su aldea residencial, pero no se sentía cien por ciento cómodo en esos lares.
Paró un momento su andar para poder hidratarse, quedándose observando con más detalle el lugar que lo rodeaba. No había nada que le llamase especialmente la atención.
«Bueno, esto no es lo que esperaba. Pero por lo menos voy a poder despejarme y descansar un poco.» Cuando sus labios tocaban la botella y comenzaba a beber el contenido, con su mirada empezó a seguir a un chico que logró captar la atención. Solo con ver las rastas, ya le parecía una persona por lo menos curiosa. «¿Y este tipo de donde salió?»
No se esmeró mucho en disimular que lo estaba viendo, sin darle mucha importancia a lo que pensaran las demás personas.
Hablar — «Pensar»