29/09/2020, 22:12
No tardó mucho en aparecer nuevamente el hombre con el pedido del shinobi. Apoyó el recipiente con dos onigiris en la mesa y el joven, en señal de agradecimiento, hizo una pequeña reverencia con la cabeza. En la que el señor se dio media vuelta, tomó una de las esferas y comenzó a saciar sus ganas de comer.
Recostado contra el respaldo de la silla donde estaba, ve de reojo a un grupo de personas que estaba cerca suyo. No le había prestado tanta atención hasta el momento, pero hubo unas palabras que lograron captar la atención del Hozuki. «¿Gritos? ¿Un hombre que debería estar muerto?» Dio vuelta su cara y miró para otro lado, intentando con todas sus fuerzas ignorar la conversación que estaban teniendo. Sabía que si seguía escuchando más cosas iba a terminar entrometiéndose en el asunto, como solía hacerlo de costumbre.
Pero de repente, un fuerte golpe hizo resonar en el lugar, llamando nuevamente su atención y haciendo que vuelva a mirar a las dos parejas, notando como la pelirroja por poco no se fue al piso. Con sus ojos abiertos, en un principio por el susto del golpe, se quedó mirando sin disimulo al grupo de personas, ahora sí, prestándole el cien por ciento de su atención.
¿Fantasma? No sonaba algo muy lógico y tampoco era algo en lo que el gennin creyera mucho. Pero ya el hecho de que haya un poco de misterio y misticismo en ese lugar, hacía que algo en él se active. Su curiosidad no podía dejar pasar la oportunidad para meterse de lleno en ese asunto, por lo menos hasta saber que era lo que había detrás de todo esto.
Parecía que ese tema de conversación había terminado en esas últimas risas de las dos chicas. Pero todavía faltaba la palabra del espectador.
—P-perdón no quiero parecer entrometido, pero... — Su tono de voz había cambiado un poco y su forma de ser parecía ser algo más nerviosa. Siempre suele ser algo más vergonzoso de lo normal cuando quiere saber algo sobre un tema que no debería ser de su incumbencia. —... no pude evitar oír su conversación ¿De qué trata eso del fantasma? —Desvió por un segundo su mirada, pensando en lo que estaba diciendo y lo poco razonable que sonaba. —O eso de lo que estén hablando. No suena muy lógico que digamos, pero también veo que le tienen un poco de respeto al tema y tampoco veo que se les haga fácil descubrir que es lo que está detrás de todo eso.
Recostado contra el respaldo de la silla donde estaba, ve de reojo a un grupo de personas que estaba cerca suyo. No le había prestado tanta atención hasta el momento, pero hubo unas palabras que lograron captar la atención del Hozuki. «¿Gritos? ¿Un hombre que debería estar muerto?» Dio vuelta su cara y miró para otro lado, intentando con todas sus fuerzas ignorar la conversación que estaban teniendo. Sabía que si seguía escuchando más cosas iba a terminar entrometiéndose en el asunto, como solía hacerlo de costumbre.
Pero de repente, un fuerte golpe hizo resonar en el lugar, llamando nuevamente su atención y haciendo que vuelva a mirar a las dos parejas, notando como la pelirroja por poco no se fue al piso. Con sus ojos abiertos, en un principio por el susto del golpe, se quedó mirando sin disimulo al grupo de personas, ahora sí, prestándole el cien por ciento de su atención.
¿Fantasma? No sonaba algo muy lógico y tampoco era algo en lo que el gennin creyera mucho. Pero ya el hecho de que haya un poco de misterio y misticismo en ese lugar, hacía que algo en él se active. Su curiosidad no podía dejar pasar la oportunidad para meterse de lleno en ese asunto, por lo menos hasta saber que era lo que había detrás de todo esto.
Parecía que ese tema de conversación había terminado en esas últimas risas de las dos chicas. Pero todavía faltaba la palabra del espectador.
—P-perdón no quiero parecer entrometido, pero... — Su tono de voz había cambiado un poco y su forma de ser parecía ser algo más nerviosa. Siempre suele ser algo más vergonzoso de lo normal cuando quiere saber algo sobre un tema que no debería ser de su incumbencia. —... no pude evitar oír su conversación ¿De qué trata eso del fantasma? —Desvió por un segundo su mirada, pensando en lo que estaba diciendo y lo poco razonable que sonaba. —O eso de lo que estén hablando. No suena muy lógico que digamos, pero también veo que le tienen un poco de respeto al tema y tampoco veo que se les haga fácil descubrir que es lo que está detrás de todo eso.
Hablar — «Pensar»