1/11/2020, 18:15
(Última modificación: 1/11/2020, 18:21 por Eikyuu Juro. Editado 1 vez en total.)
Los ojos del padre se dirigieron hacia el hombre rapado. Bajo ese disfraz, Juro se estremeció un poco al sentir la esperanza que había despertado en él. Era un sentimiento bonito, pero a la vez cruel. En el pasado, él también había tenido esperanza de que alguien pudiera ayudarle. Ahora, la sola idea le parecía tremendamente irónica.
Entre todos, consiguieron darle la información que buscaban. Una bestia que algunos afirmaban que tenía la forma de una serpiente, otros, que rugía como un gran tigre. Hablaron también de los árboles moviéndose como si los empujaran y de un olor fuerte y desagradable.
Aunque su sentido del humor le desagradaba, Chōmei tenía razón. Las desapariciones no parecían entrar en el patrón de conducta de un bijuu, y menos uno furioso. Por la manera de describir a la criatura, tampoco parece que hubiera despertado ningún recuerdo a su compañero. A no ser que de alguna manera, Kurama estuviera implicado y formara parte de algún plan, claro.
De repente, esa idea le pareció más que plausible. Podía ser alguna especie de animal salvaje, pero eso no explicaba la desaparición de los ninjas de Uzushiogakure. ¿Y si aquella malevola criatura y sus generales implicados?
La situación no era buena, y la información que tenía era escasa. Esa criatura parecía lo bastante rápida, a pesar de su tamaño considerable, como para raptar a las personas y desaparecer. Debía de tener su hogar en las profundidades de la selva.
« Es un riesgo, pero merece la pena intentarlo » — Si de verdad le traía algo de información, sería la primera pista que habría conseguido de Kurama después de meses de búsqueda en vano.
— Si dices que es gigante, debe de haber dejado alguna clase de huella o rastro que seguir — dijo Juro, para luego dirigirse al padre —. Iré, pero necesitaré un guía que me asegure no perderme en mitad de la selva. ¿Serás capaz ?
Claro que la situación también podía ser diferente: podía ser todo una trampa. No es que desconfiara de un hombre tan desesperado como el que tenía delante, pero todo era posible y no necesitó preguntar a Chōmei para ver que él también opinaba lo mismo. Juro estaba alerta, más que alerta. Observó cada movimiento del hombre y le permitió ir delante, puesto que nunca le daría la espalda a nadie a voluntad propia. Solo cuando hubiera afirmado y empezara a caminar, le seguiría.
Entre todos, consiguieron darle la información que buscaban. Una bestia que algunos afirmaban que tenía la forma de una serpiente, otros, que rugía como un gran tigre. Hablaron también de los árboles moviéndose como si los empujaran y de un olor fuerte y desagradable.
«Si se tratara de uno de mis hermanos en plena furia, no tendrían la suerte de que se llevara solo a uno.
Si ellos supieran, jejeje.»
Si ellos supieran, jejeje.»
Aunque su sentido del humor le desagradaba, Chōmei tenía razón. Las desapariciones no parecían entrar en el patrón de conducta de un bijuu, y menos uno furioso. Por la manera de describir a la criatura, tampoco parece que hubiera despertado ningún recuerdo a su compañero. A no ser que de alguna manera, Kurama estuviera implicado y formara parte de algún plan, claro.
De repente, esa idea le pareció más que plausible. Podía ser alguna especie de animal salvaje, pero eso no explicaba la desaparición de los ninjas de Uzushiogakure. ¿Y si aquella malevola criatura y sus generales implicados?
La situación no era buena, y la información que tenía era escasa. Esa criatura parecía lo bastante rápida, a pesar de su tamaño considerable, como para raptar a las personas y desaparecer. Debía de tener su hogar en las profundidades de la selva.
« Es un riesgo, pero merece la pena intentarlo » — Si de verdad le traía algo de información, sería la primera pista que habría conseguido de Kurama después de meses de búsqueda en vano.
— Si dices que es gigante, debe de haber dejado alguna clase de huella o rastro que seguir — dijo Juro, para luego dirigirse al padre —. Iré, pero necesitaré un guía que me asegure no perderme en mitad de la selva. ¿Serás capaz ?
Claro que la situación también podía ser diferente: podía ser todo una trampa. No es que desconfiara de un hombre tan desesperado como el que tenía delante, pero todo era posible y no necesitó preguntar a Chōmei para ver que él también opinaba lo mismo. Juro estaba alerta, más que alerta. Observó cada movimiento del hombre y le permitió ir delante, puesto que nunca le daría la espalda a nadie a voluntad propia. Solo cuando hubiera afirmado y empezara a caminar, le seguiría.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60