2/11/2020, 18:57
«Con que, Kamijutsu... ¿Lo habrá olvidado? Bueno, técnicamente... No tenía la cabeza seguramente para todo lo que tuvo que aguantar, es normal. Yo podría echarle un cable con el Fūinjutsu.»
—Si necesitas ayuda, yo soy especialista en Fūinjutsu, aunque Datsue también lo es —afirmó ella, aunque más para sí misma que para Aiko.
Y el tema cambió al frío invierno que las envolvía, y volvió a cambiar por un chico de aspecto distinguido, al igual que sus carismáticas palabras.
—Buenas tardes, chicas. Perdón por interrumpir, pero vengo a ofrecerles una oferta que no podrán rechazar —aseguró—. Estamos promocionando La taberna del Payaso, que recién abre hoy sus puertas. Está situada a escasos metros de aquí, junto a la pastelería Koke-delicias. La oferta es una bebida gratis por entrar, que también es gratis por ser la inauguración, y la posibilidad de participar en la contienda de chistes malos. El primer premio son 1000 ryos, el segundo 600, y el tercero 200. Además, ¿qué mejor manera de pasar la tarde que echándose unas risas en un lugar calentito y con un refresco gratis?
—¿Por contar chistes malos te dan dinero? —preguntó una perpleja Eri, mirando a Aiko sin entender, aunque la palabra gratis había resonado en su cabeza dos o tres veces después.
—L-la verdad... suena bastante bien. —Dijo Aiko. Eri asintió.
—¡No diré que no! —exclamó, levantándose—. ¿Vamos, Aiko? —preguntó, tendiéndole la mano para ayudarla también a levantarse.
—Si necesitas ayuda, yo soy especialista en Fūinjutsu, aunque Datsue también lo es —afirmó ella, aunque más para sí misma que para Aiko.
Y el tema cambió al frío invierno que las envolvía, y volvió a cambiar por un chico de aspecto distinguido, al igual que sus carismáticas palabras.
—Buenas tardes, chicas. Perdón por interrumpir, pero vengo a ofrecerles una oferta que no podrán rechazar —aseguró—. Estamos promocionando La taberna del Payaso, que recién abre hoy sus puertas. Está situada a escasos metros de aquí, junto a la pastelería Koke-delicias. La oferta es una bebida gratis por entrar, que también es gratis por ser la inauguración, y la posibilidad de participar en la contienda de chistes malos. El primer premio son 1000 ryos, el segundo 600, y el tercero 200. Además, ¿qué mejor manera de pasar la tarde que echándose unas risas en un lugar calentito y con un refresco gratis?
—¿Por contar chistes malos te dan dinero? —preguntó una perpleja Eri, mirando a Aiko sin entender, aunque la palabra gratis había resonado en su cabeza dos o tres veces después.
—L-la verdad... suena bastante bien. —Dijo Aiko. Eri asintió.
—¡No diré que no! —exclamó, levantándose—. ¿Vamos, Aiko? —preguntó, tendiéndole la mano para ayudarla también a levantarse.