5/12/2020, 12:21
Juro observó, con calma, el hecho que el hombre estaba mencionado. No era experto precisamente en gorilas, pero no era muy difícil darse cuenta que ni si quiera un ejemplar anormalmente grande podría llegar a tales dimensiones de manera natural. La situación era muy extraña. Por alguna razón, no pudo evitar la sensación de que había algo que se le escapaba.
Sí, eso lo había pensado, pero...¿Un animal con chakra? Juro descartaba rotundamente la opción de que aquella criatura fuera como Chōmei. Eso implicaba que había otro factor en juego. ¿Y si fuera alguna clase de ilusión? Imposible, por las huellas y la destrucción, pero no podía descartarla alegremente. Otra opción podría ser la intervención de un tercero, alguien que estuviera utilizando al animal o incluso controlándolo, como un titiritero mueve los hilos de su marioneta.
« Sea lo que sea, es demasiado para una persona ordinaria » — reflexionó, para sí mismo, observando a los dos hombres que tenía delante.
Terminaron de atravesar la selva, en silencio. La tensión se podía palpar en el ambiente y ninguno de los hombres tenía ganas de conversar. Empezaron a subir la ladera de una montaña tras abandonar aquel paraíso vegetal, y ahí, frente al gigante rocoso, encontraron una cueva. Cerca de ella, una placa con el símbolo de Uzu, empapada.
En ese momento se confirmó: aquello que había dentro era demasiado, incluso para los ninjas ordinarios.
— De acuerdo. Ambos habéis cumplido vuestra parte. Quedaos aquí y no hagáis preguntas — afirmó Juro. Supo que pedirle a un padre que se quedara fuera en un asunto que involucraba a su hija era caminar por terreno quebradizo, pero aun así prosiguió —. Entraré solo a la cueva y me encargaré de ese monstruo.
Repasó mentalmente los venenos con los que contaba, mientras se acercaba a la entrada de la cueva. Se asomó para observar lo que había delante. No podría determinar la profundidad, pero al menos, podría ver si había una oscuridad completa o si había humedad. Necesitaba elaborar un plan antes de avanzar. Aunque lo consideraba poco probable, se preparó por si la criatura, alertada por su presencia, tratara de salir de su guarida.
« Los animales son criaturas afortunadas, pero incapaces de algo así por sí mismos.
Si pones chakra de por medio, ya es otra historia...»
Si pones chakra de por medio, ya es otra historia...»
Sí, eso lo había pensado, pero...¿Un animal con chakra? Juro descartaba rotundamente la opción de que aquella criatura fuera como Chōmei. Eso implicaba que había otro factor en juego. ¿Y si fuera alguna clase de ilusión? Imposible, por las huellas y la destrucción, pero no podía descartarla alegremente. Otra opción podría ser la intervención de un tercero, alguien que estuviera utilizando al animal o incluso controlándolo, como un titiritero mueve los hilos de su marioneta.
« Sea lo que sea, es demasiado para una persona ordinaria » — reflexionó, para sí mismo, observando a los dos hombres que tenía delante.
Terminaron de atravesar la selva, en silencio. La tensión se podía palpar en el ambiente y ninguno de los hombres tenía ganas de conversar. Empezaron a subir la ladera de una montaña tras abandonar aquel paraíso vegetal, y ahí, frente al gigante rocoso, encontraron una cueva. Cerca de ella, una placa con el símbolo de Uzu, empapada.
En ese momento se confirmó: aquello que había dentro era demasiado, incluso para los ninjas ordinarios.
— De acuerdo. Ambos habéis cumplido vuestra parte. Quedaos aquí y no hagáis preguntas — afirmó Juro. Supo que pedirle a un padre que se quedara fuera en un asunto que involucraba a su hija era caminar por terreno quebradizo, pero aun así prosiguió —. Entraré solo a la cueva y me encargaré de ese monstruo.
Repasó mentalmente los venenos con los que contaba, mientras se acercaba a la entrada de la cueva. Se asomó para observar lo que había delante. No podría determinar la profundidad, pero al menos, podría ver si había una oscuridad completa o si había humedad. Necesitaba elaborar un plan antes de avanzar. Aunque lo consideraba poco probable, se preparó por si la criatura, alertada por su presencia, tratara de salir de su guarida.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60