2/01/2021, 17:05
Una figura solitaria ascendía por la cordillera, arrebujada bajo una manta negra que no dejaba ver más que aquel triste color. El lugar por el que iba era intemporal: no importaba el paso del tiempo o la estación, el frío siempre imperaba. La nieve caía a puñados y el viento rugía, amenazando con helar todo a su paso. Era, desde luego, un lugar inhóspito, que limitaba entre el País de la Tormenta y el País de la Tierra. Solo tras una gran caminata logró encontrar algo: una caverna, que, seguramente, llevaría al fondo del valle.
Solo cuando pudo refugiarse del viento, Eikyuu Juro se quitó la capucha. El interior de aquel lugar no era mucho más acogedor: la caverna estaba hecha enteramente de hielo. Estalagmitas y estalactitas se entremezclaban en aquel lugar, de una manera casi estética, creando grandes pilares helados. El suelo resbalaba ligeramente bajo sus pies, lo que lo obligo a prestar especial atención a donde pisaba.
Suspiró levemente. No se sorprendió cuando vio su aliento, materializado en forma de vaho. Trató de esconder las manos bajo su capa, el frío se las estaba congelando. Toda su figura temblaba ligeramente.
¿Por qué estaba ahí? No había una razón deliberada, a decir verdad. Desde que Juro había iniciado su búsqueda de cualquier pista que pudiera encontrar sobre Kurama, había recorrido varios sitios. Desde luego, si debía de imaginar un escondite para él y sus esbirros, no sería una ciudad llena de gente. Es por eso que el marionetista se había asegurado de señalar todos los lugares recónditos que pudiera encontrar en el mundo, y dejarse llevar por su instinto o por los rumores. En este caso, había sido lo primero.
Lo cierto es que desde que había iniciado su viaje por aquel lugar, no había encontrado persona. Aun así, se había asegurado de taparse con aquella capucha y esconderse bajo su túnica, solo por si acaso. Las probabilidades de que alguien lo reconociera ahí eran bajas, pero no cero.
Volvió a ponerse la capucha y prosiguió su camino. Trató de realizar el mínimo ruido posible, aunque eso restara velocidad a su avance. La pregunta estaba clara: ¿Había alguien habitando este lugar? Pronto le daría respuesta y, con suerte, sería el primero en reconocer la presencia de un posible enemigo.
Solo cuando pudo refugiarse del viento, Eikyuu Juro se quitó la capucha. El interior de aquel lugar no era mucho más acogedor: la caverna estaba hecha enteramente de hielo. Estalagmitas y estalactitas se entremezclaban en aquel lugar, de una manera casi estética, creando grandes pilares helados. El suelo resbalaba ligeramente bajo sus pies, lo que lo obligo a prestar especial atención a donde pisaba.
Suspiró levemente. No se sorprendió cuando vio su aliento, materializado en forma de vaho. Trató de esconder las manos bajo su capa, el frío se las estaba congelando. Toda su figura temblaba ligeramente.
¿Por qué estaba ahí? No había una razón deliberada, a decir verdad. Desde que Juro había iniciado su búsqueda de cualquier pista que pudiera encontrar sobre Kurama, había recorrido varios sitios. Desde luego, si debía de imaginar un escondite para él y sus esbirros, no sería una ciudad llena de gente. Es por eso que el marionetista se había asegurado de señalar todos los lugares recónditos que pudiera encontrar en el mundo, y dejarse llevar por su instinto o por los rumores. En este caso, había sido lo primero.
Lo cierto es que desde que había iniciado su viaje por aquel lugar, no había encontrado persona. Aun así, se había asegurado de taparse con aquella capucha y esconderse bajo su túnica, solo por si acaso. Las probabilidades de que alguien lo reconociera ahí eran bajas, pero no cero.
Volvió a ponerse la capucha y prosiguió su camino. Trató de realizar el mínimo ruido posible, aunque eso restara velocidad a su avance. La pregunta estaba clara: ¿Había alguien habitando este lugar? Pronto le daría respuesta y, con suerte, sería el primero en reconocer la presencia de un posible enemigo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60