6/01/2021, 13:22
Suerte. Muchos aseguran que no existe tal cosa. Que solo es la excusa empleada por los que fracasan. Que para tener éxito, la clave únicamente está en el trabajo duro y el talento. Chōmei seguramente tuviese otra respuesta. Y lo cierto es que si Juro hubiese hecho una tirada de dados en aquel momento, hubiese sacado un puñado de dieces.
Esquivó las rocas que caían del techo con la agilidad de un guepardo, ligereza de un pájaro y la elegancia de un acróbata de circo. Una a una, arañando metros, hasta alcanzar la boca de la cueva. Oyó un chasquido parecido a un relámpago a su espalda. Un destello. Luego un hombre cayendo a su lado, a tal velocidad que rodó ladera abajo por unos cuantos metros.
A salvo y afuera, Juro pudo ver cómo la cueva terminaba por venirse completamente abajo, sellando la abertura de cientos de rocas. El borracho, por su parte, y lleno de magulladuras, había sobrevivido. Tenía una brecha pequeña en la cabeza y, hablando de su cabeza…
Se le había caído el pelo. Literalmente tenía toda su cabellera tirada en el suelo. Una peluca.
Esquivó las rocas que caían del techo con la agilidad de un guepardo, ligereza de un pájaro y la elegancia de un acróbata de circo. Una a una, arañando metros, hasta alcanzar la boca de la cueva. Oyó un chasquido parecido a un relámpago a su espalda. Un destello. Luego un hombre cayendo a su lado, a tal velocidad que rodó ladera abajo por unos cuantos metros.
A salvo y afuera, Juro pudo ver cómo la cueva terminaba por venirse completamente abajo, sellando la abertura de cientos de rocas. El borracho, por su parte, y lleno de magulladuras, había sobrevivido. Tenía una brecha pequeña en la cabeza y, hablando de su cabeza…
Se le había caído el pelo. Literalmente tenía toda su cabellera tirada en el suelo. Una peluca.
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