13/01/2021, 17:30
Yota le dio un caramelo también a aquella curiosa araña ninja. No pude evitar fruncir los labios. Taeko, Taeko, Taeko. Incluso Onee-sama lamentaba su partida. ¡Pero yo no la conocí! ¡Para mí Kikazura Taeko nunca existió! ¡Y yo sí existo! ¿Tan difícil era superarla? Me crucé de brazos.
—Gracias, Toshio. Al fin alguien entiende —dije cuando él comprendió que no podía culparme —. No sé cómo le he faltado el respeto a Kikazura Taeko. No la conozco ni dije nada sobre ella. Solo dije que yo estoy viva, Yota. No puedo olvidar a alguien a quien no conozco.
Di un par de vueltas y, con un gesto, Suiken se adhirió a mi cuerpo, tomando la forma de un elegante vestido esponjado, con olanes.
—¿Venían a bailar, entonces? —dije, queriendo que olvidaran a esa tal Taeko de una vez por todas.
—Gracias, Toshio. Al fin alguien entiende —dije cuando él comprendió que no podía culparme —. No sé cómo le he faltado el respeto a Kikazura Taeko. No la conozco ni dije nada sobre ella. Solo dije que yo estoy viva, Yota. No puedo olvidar a alguien a quien no conozco.
Di un par de vueltas y, con un gesto, Suiken se adhirió a mi cuerpo, tomando la forma de un elegante vestido esponjado, con olanes.
—¿Venían a bailar, entonces? —dije, queriendo que olvidaran a esa tal Taeko de una vez por todas.
Diálogo (Darkorchid)