13/01/2021, 19:21
Mientras se limpiaba la cara de aquel líquido que el arácnido le había escupido directamente a la cara, escuchó la conversación que el joven y su acompañante estaban teniendo.
— ¿Un gennin?
— Un gennin gilipollas querrás decir.
— Callate, seguro que es nuevo en la aldea y por eso no te conoce, ¿Verdad que si, chico?
El animal había hablado. Cuando realizó aquella pregunta lo hizo con la ilusión de que fuera cierta, pero jamás había visto un animal que hablase. Rápidamente se inclinó.
—Si--siento si os he molestado, no quería ofenderos a ninguno de los dos—dijo avergonzado por haberlos ofendido con sus palabras, cosa que supo por la reacción de ambos—. Efectivamente soy nuevo en la villa, bueno en realidad, no sé casi nada acerca del mundo. Mi familia vive apartada de la sociedad y lo poco que sé es lo que había en el bosque donde crecí, y allí los animales no hablaban, tienes suerte de tener un amigo tan impresionante.
Las palabras se le escapaban de la boca sin darle tiempo a pensarlas, tenía sentimientos encontrados, por una parte no quería molestarlos de nuevo, pero el hecho de poder entender a un animal despertaba en él la mayor de las curiosidades.
—No me he presentado: soy Kaguya Koji, llegué a esta aldea hace menos de un año y la verdad que, a excepción de profesores y algún compañero, no he tenido mucho contacto con el resto de gente. ¿Vosotros cómo os llamáis?
Terminó de hablar, nervioso, no quería causarles una mala impresión.
— ¿Un gennin?
— Un gennin gilipollas querrás decir.
— Callate, seguro que es nuevo en la aldea y por eso no te conoce, ¿Verdad que si, chico?
El animal había hablado. Cuando realizó aquella pregunta lo hizo con la ilusión de que fuera cierta, pero jamás había visto un animal que hablase. Rápidamente se inclinó.
—Si--siento si os he molestado, no quería ofenderos a ninguno de los dos—dijo avergonzado por haberlos ofendido con sus palabras, cosa que supo por la reacción de ambos—. Efectivamente soy nuevo en la villa, bueno en realidad, no sé casi nada acerca del mundo. Mi familia vive apartada de la sociedad y lo poco que sé es lo que había en el bosque donde crecí, y allí los animales no hablaban, tienes suerte de tener un amigo tan impresionante.
Las palabras se le escapaban de la boca sin darle tiempo a pensarlas, tenía sentimientos encontrados, por una parte no quería molestarlos de nuevo, pero el hecho de poder entender a un animal despertaba en él la mayor de las curiosidades.
—No me he presentado: soy Kaguya Koji, llegué a esta aldea hace menos de un año y la verdad que, a excepción de profesores y algún compañero, no he tenido mucho contacto con el resto de gente. ¿Vosotros cómo os llamáis?
Terminó de hablar, nervioso, no quería causarles una mala impresión.