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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#30
—Supongo. Era un monstruo con poder, pero no tenía más inteligencia que su instinto básico. Y este estaba en constante choque, porque cada cabeza actuaba a su manera. Eso es lo que le ha matado.

«¿Está hablando del engendro, o de Dragón Rojo?» Se preguntó por un momento. «Supongo que aplica a los dos, ¿huh?»

Kyūtsuki había atacado al resto de Cabezas de Dragón con su traición en favor de Umigarasu. Kaido les había hecho daño en el momento más importante de la organización. Akame siempre había ido a su bola. Ryū le había dejado medio ciego y mutilado el alma. Y él… Bueno, él era él. Con todo lo que ello implicaba. Era de necios sorprenderse siquiera de que hubiesen compartido el mismo destino que aquel amimal.

«¿Qué narices era esa cosa? Por no hablar de…» Volvió a dirigir la mirada hacia el joven, cuya antigua apariencia anecdótica y hasta inofensiva ahora había cambiado por un ser monstruoso. Tenía cuernos en la cabeza, garras por manos y varias colas de chakra puro nacían de su espalda.

—Tú has visto mi identidad y yo he visto la tuya. Supongo que es un empate. Gracias por ayudarme a salvar a esa niña.

Zaide miró de reojo a sus alrededores. No veía a la niña, ni al padre. Pensó que quizá el hombre la quiso llevar cuanto antes de vuelta a la seguridad del pueblo. Esa era una buena idea. Bajó la vista un instante: guijarros en el suelo se movían de arriba abajo. ¿Todavía el alcohol le nublaba la vista? Después de casi haber perdido la vida allí adentro, hubiese jurado que se le había quitado toda la borrachera.

Pero si bien la vista podía engañar a veces, no era así con el oído. Empezó a escuchar esas mismas piedras rebotando contra el suelo. Empezó a notar las vibraciones en su propia piel. Empezó...

¿Qué cojo…?













¡¡¡GRRRRRROOOOOOOAAAAAARRRRRR!!!










Un aluvión de rocas salió disparada en todas direcciones. Tras estas, una enorme silueta surgió de entre el polvo y la montaña como lo haría la lava en erupción. Oh, qué inocentes habían sido al darlo por muerto. Por mucho que las cabezas luchasen entre ellas, por más que algunas hubiesen perecido —la cabeza del tigre colgaba, inerte, con el cráneo abierto; y la serpiente estaba medio aplasta y moribunda—, un monstruo no es tan fácil de matar.

El gorila les observó, con el pelaje pelado bañado en sangre y unos ojos desenfocados por la ira más absoluta. No volvió a embestir. No volvió a lanzar puñetazos. Simplemente abrió la boca…

...y una canica mitad blanca y mitad negra empezó a amasarse frente a él. Burbujas de ambos colores se apelotonaban alrededor de la esfera, que poco a poco empezó a hacerse más grande. Más y más. Tanto que la comisura de los labios del gorila empezó a desgarrarse. Tanto que sus pies se hundieron. Tanto que su propia mandíbula se desencajó por la presión.

Aquello era…



- PV:

30/450

-200
(daño de las rocas de la cueva al venirse abajo)
- CK:

450/450



-Cargando una Gebijūdama a sabe los dioses cuánta potencia.


¤ Gebijūdama
¤ Esfera de Bestia con Cola Menor
- Tipo: Ofensivo
- Requisitos: -
- Gastos: 0.6*X CK
- Daños: X PV
- Efectos adicionales: -
- Velocidad: Muy rápida
- Alcance y dimensiones:
  • La bomba ocupa X/100 metros de diámetro, y la explosión abarca X/10 metros de tamaño.
  • El láser ocupa de ancho el doble de la esfera y el doble de la explosión hacia delante.
La Gebijūdama es una versión más débil de la técnica definitiva de un bijū. Para formar el ataque, el usuario concentra chakra positivo negro y chakra negativo blanco, lo reúne en una esfera y lo comprime dentro de su boca. El chakra necesita ser balanceado en una proporción 8:2, respectivamente, o será contraproducente. Para finalizar, puede dispararlo en forma de una enorme explosión de energía hacia delante en proporción a su tamaño o en forma de bala de color oscuro que provoca igualmente una enorme explosión al impactar contra algo. La Gebijūdama es increíblemente densa y pesada, y el Gebijū se puede ver hundido en la tierra en el proceso de creación. Usada cerca de otros Gebijū u otros bijū, puede ser combinada aumentando drásticamente su tamaño y su poder destructivo.
[Imagen: Uchiha-Zaide-eyes2.png]
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Mensajes en este tema
RE: Se necesita un monstruo para matar a otro - por Uchiha Zaide - 13/01/2021, 21:40


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