15/01/2021, 12:09
Juro supo que Kumopansa no iba a simpatizar con él desde el momento en que abrió la boca. No, él no se hacía la víctima. Sus sentimientos eran sinceros, aunque sus actos ya hubieran hablado mentiras de él. Si tan solo pudiera conectar como lo hacían antes, quizá antes pudiera entenderle. Pero ya era tarde. No respondió, puesto que no tuvo palabras.
Y antes de que la cosa pudiera continuar, entonces, un gritó cortó el aire y llamó al silencio.
Mientras Yota descendía, Juro pasó por todas las emociones posibles. Si Kumopansa se arrepentía de haber ayudado a este encuentro, el marionetista no fue menos. De pronto, se sentía fuera de lugar. Como un extraño. Sus vínculos se habían roto y ante él estaba un ninja de Kusagakure, algo que llevaba un año evitando. Y lo peor de todo es que él mismo había provocado esta situación. ¿Qué diablos se le pasaba por la cabeza? ¿Se había suicidado él solito?
Sin embargo, cuando observó a su ex compañero, no pudo evitar que los sentimientos afloraran en su interior. Habían sido amigos desde la academia y su relación siempre había sido muy fuerte. Dolor, amistad, cariño, tristeza... todo empezó a formarse una bola en su garganta, que le impidió decir nada.
En la mirada de Yota había odio, probablemente. Pero él era incapaz de mirarle de esa manera. La mirada de Juro era tan volatil que no sabía si quiera como afrontarlo.
Había muchas cosas que hubiera querido decir en ese momento: "Me alegro de que estés bien". "¡Qué cambiado estás! "¿Cómo está todo por la villa?". "¿Por qué no vamos a algún puesto de comida rápida, como en los viejos tiempos?". "¡Vamos de aventuras!". "Enhorabuena por tu ascenso"...
..."siento haberte dejado atrás".
Pero no pudo. Simplemente, se dio cuenta de que no pudo hacerlo.
— Si. Estas en tu derecho de preguntar. Adelante — Trató de sonar lo más sereno que pudo. No quería ocultar sus sentimientos, pero entendió, en parte por la reacción de Kumopansa anterior, que expresarse de manera tan temprana solo iba a llevar a malentendidos y a representar un papel de "víctima".
Y antes de que la cosa pudiera continuar, entonces, un gritó cortó el aire y llamó al silencio.
Mientras Yota descendía, Juro pasó por todas las emociones posibles. Si Kumopansa se arrepentía de haber ayudado a este encuentro, el marionetista no fue menos. De pronto, se sentía fuera de lugar. Como un extraño. Sus vínculos se habían roto y ante él estaba un ninja de Kusagakure, algo que llevaba un año evitando. Y lo peor de todo es que él mismo había provocado esta situación. ¿Qué diablos se le pasaba por la cabeza? ¿Se había suicidado él solito?
Sin embargo, cuando observó a su ex compañero, no pudo evitar que los sentimientos afloraran en su interior. Habían sido amigos desde la academia y su relación siempre había sido muy fuerte. Dolor, amistad, cariño, tristeza... todo empezó a formarse una bola en su garganta, que le impidió decir nada.
En la mirada de Yota había odio, probablemente. Pero él era incapaz de mirarle de esa manera. La mirada de Juro era tan volatil que no sabía si quiera como afrontarlo.
Había muchas cosas que hubiera querido decir en ese momento: "Me alegro de que estés bien". "¡Qué cambiado estás! "¿Cómo está todo por la villa?". "¿Por qué no vamos a algún puesto de comida rápida, como en los viejos tiempos?". "¡Vamos de aventuras!". "Enhorabuena por tu ascenso"...
..."siento haberte dejado atrás".
Pero no pudo. Simplemente, se dio cuenta de que no pudo hacerlo.
— Si. Estas en tu derecho de preguntar. Adelante — Trató de sonar lo más sereno que pudo. No quería ocultar sus sentimientos, pero entendió, en parte por la reacción de Kumopansa anterior, que expresarse de manera tan temprana solo iba a llevar a malentendidos y a representar un papel de "víctima".
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60