22/01/2021, 22:31
Cuando al fin vio al tabernero llegar con la cazuela tapada despidiendo vapor por las hendiduras, Hayato tomó rápidamente las dos cucharadas de sopa que le quedaban y, con su boca aún llena, tomó una servilleta y se limpió las comisuras de su boca, para después levantarse de la silla.
-No te preocupes, Aots... Ayame, sería descortés de mi parte pedirte ayuda y luego hacer que cargues esto. Pero si toma los trapos. Gracias, y gracias a usted también señor.- Se apartó un poco para poder tener a ambos al frente e hizo una profunda reverencia.
Se acercó entonces a la cazuela y tocó levemente las asas para asegurar que era una temperatura resistible por su piel, para luego asir con fuerza la cazuela, que calculó pesaba 3 kilos, tomando aire para distribuir bien la fuerza en su vientre, brazos y espalda. Hizo un gesto a Ayame con la cabeza para que lo siguiera y caminó hacia la puerta, saliendo de la taberna.
-En el mensaje decía que tenían a los enfermos en un salón de la escuela, donde había más espacio para tenerlos acostados juntos y así fuera más fácil su cuidado...- Dijo mientras se dirigía hacía ese sitio.
El calor de la cazuela en contraste con el frío del ambiente, causaban que esta humeara aún más profusamente y le preocupó que el agua se enfriara demasiado pronto. Miró el blanco paisaje que lo rodeaba, los techos cubiertos de nieve que hacían que las casas parecieran gigantes ancianos, los árboles completamente blancos con el dosel completamente cubierto, con el suelo a juego... y a pesar de lo hermoso que todo esto parecía, maldijo que el clima fuera tan poco favorecedor y que esto pusiera en riesgo a los enfermos que lo esperaban en la escuela.
-Ayame, por favor amarra uno de los trapos al rededor de la cazuela, esto la aislará térmicamente... a menos que tengas algún jutsu que nos permita mantener esto bien caliente hasta la escuela...- Dijo, mientras apartaba de sí la cazuela para permitir a la kunoichi amarrar el trapo al rededor de esta, mientras señalaba con un gesto a la escuela que se encontraba aún bastante lejos.
-No te preocupes, Aots... Ayame, sería descortés de mi parte pedirte ayuda y luego hacer que cargues esto. Pero si toma los trapos. Gracias, y gracias a usted también señor.- Se apartó un poco para poder tener a ambos al frente e hizo una profunda reverencia.
Se acercó entonces a la cazuela y tocó levemente las asas para asegurar que era una temperatura resistible por su piel, para luego asir con fuerza la cazuela, que calculó pesaba 3 kilos, tomando aire para distribuir bien la fuerza en su vientre, brazos y espalda. Hizo un gesto a Ayame con la cabeza para que lo siguiera y caminó hacia la puerta, saliendo de la taberna.
-En el mensaje decía que tenían a los enfermos en un salón de la escuela, donde había más espacio para tenerlos acostados juntos y así fuera más fácil su cuidado...- Dijo mientras se dirigía hacía ese sitio.
El calor de la cazuela en contraste con el frío del ambiente, causaban que esta humeara aún más profusamente y le preocupó que el agua se enfriara demasiado pronto. Miró el blanco paisaje que lo rodeaba, los techos cubiertos de nieve que hacían que las casas parecieran gigantes ancianos, los árboles completamente blancos con el dosel completamente cubierto, con el suelo a juego... y a pesar de lo hermoso que todo esto parecía, maldijo que el clima fuera tan poco favorecedor y que esto pusiera en riesgo a los enfermos que lo esperaban en la escuela.
-Ayame, por favor amarra uno de los trapos al rededor de la cazuela, esto la aislará térmicamente... a menos que tengas algún jutsu que nos permita mantener esto bien caliente hasta la escuela...- Dijo, mientras apartaba de sí la cazuela para permitir a la kunoichi amarrar el trapo al rededor de esta, mientras señalaba con un gesto a la escuela que se encontraba aún bastante lejos.