23/01/2021, 11:03
Juro no pudo evitar sorprenderse al darse cuenta del estado del hombre. Además de las quemaduras que le había provocado, y del pie derecho que se había fracturado, todo lo que los golpes que aquella monstruosidad le había provocado eran unos cuantos moratones. Desde luego, aquel hombre debía de tener una pie de hierro.
— Si, bueno, un animal como este no se ve todos los día...
Interrumpió su discurso en cuanto escuchó una de las palabras que no imaginaba oír de los labios de aquel hombre.
« Kurama... »
Su interior se revolvió de puro asco y tuvo que calmarse. Sí, había nombrado a aquel zorro. Y más que hacerlo, aquel hombre parecía conocerlo. Sintió la necesidad imperiosa de saltar hacia él, de sacarle toda la información que tuviera sobre el bijuu al que perseguía. Pero se contuvo. Se contuvo porque no sabía nada de aquel hombre ni de la relación que tenían, y porque aún seguía sin poder olvidar el hecho de que gracias a él la niña estuviera viva.
Tras meditarlo un poco, consideró que al menos, se merecía el beneficio de la duda. Sin embargo, si daba a entender que era uno de sus aliados... entonces esa pequeña tregua se terminaría. No estaba seguro de poder acabar con él y en el fondo, no quería hacerlo, pero no se sentaría a hablar con un cómplice de aquel monstruo.
La pregunta que le hizo solo le dio a entender, aún más, que aquel hombre había hablado con su enemigo. Tuvo que hacer un gran ejercicio de autocontrol para dirigir las cosas a un terreno más neutral.
— ¿Hablar? Te refieres a... oh, claro. Bueno, sí, técnicamente, pero tuvimos un inicio complicado. Las primeras palabras que le escuché decir es que iba a despedazarme en cuanto tuviera la ocasión. Para que te imagines. Así era un poco difícil mantener una conversación —Nada de lo que le había dicho era mentira, pero decidió guardarse información. Sin saber la relación que tenía con Kurama, no iba a decirle alegremente que mantenía conversaciones amigables con su bijuu. No sabía qué clase de cosas haría con aquello, pero prefería ahorrarse los detalles. Quizá así se ganara su confianza. O al menos, le haría creer que no contaba con la ayuda de un ser racional que, en según que casos, podría salvarle —. Pero... ¿Cómo sabes esto? ¿Te has encontrado con... otra de estas cosas como la mía, verdad?
— Si, bueno, un animal como este no se ve todos los día...
Interrumpió su discurso en cuanto escuchó una de las palabras que no imaginaba oír de los labios de aquel hombre.
« Kurama... »
Su interior se revolvió de puro asco y tuvo que calmarse. Sí, había nombrado a aquel zorro. Y más que hacerlo, aquel hombre parecía conocerlo. Sintió la necesidad imperiosa de saltar hacia él, de sacarle toda la información que tuviera sobre el bijuu al que perseguía. Pero se contuvo. Se contuvo porque no sabía nada de aquel hombre ni de la relación que tenían, y porque aún seguía sin poder olvidar el hecho de que gracias a él la niña estuviera viva.
Tras meditarlo un poco, consideró que al menos, se merecía el beneficio de la duda. Sin embargo, si daba a entender que era uno de sus aliados... entonces esa pequeña tregua se terminaría. No estaba seguro de poder acabar con él y en el fondo, no quería hacerlo, pero no se sentaría a hablar con un cómplice de aquel monstruo.
La pregunta que le hizo solo le dio a entender, aún más, que aquel hombre había hablado con su enemigo. Tuvo que hacer un gran ejercicio de autocontrol para dirigir las cosas a un terreno más neutral.
— ¿Hablar? Te refieres a... oh, claro. Bueno, sí, técnicamente, pero tuvimos un inicio complicado. Las primeras palabras que le escuché decir es que iba a despedazarme en cuanto tuviera la ocasión. Para que te imagines. Así era un poco difícil mantener una conversación —Nada de lo que le había dicho era mentira, pero decidió guardarse información. Sin saber la relación que tenía con Kurama, no iba a decirle alegremente que mantenía conversaciones amigables con su bijuu. No sabía qué clase de cosas haría con aquello, pero prefería ahorrarse los detalles. Quizá así se ganara su confianza. O al menos, le haría creer que no contaba con la ayuda de un ser racional que, en según que casos, podría salvarle —. Pero... ¿Cómo sabes esto? ¿Te has encontrado con... otra de estas cosas como la mía, verdad?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60