10/02/2021, 17:07
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Día del Fuego, Viento Gris del año 220
Uzushiogakure no Sato
2:10 pm
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Día del Fuego, Viento Gris del año 220
Uzushiogakure no Sato
2:10 pm
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—La paciente no muestra señas de mejora en estos últimos días —dijo el doctor Yakumo mientras sostenía una tabla con el historial médico de Chiase.
—Sin el tratamiento adecuado será muy difícil que logre salir de la enfermedad por su propia cuenta —contestó la enfermera a su lado.
—¿Alguna noticia de las oficinas de misiones de la aldea? —preguntó Yakumo.
La enfermera negó con su cabeza y bajó la mirada.
—Recién hemos hecho la solicitud a primera hora de la mañana, supongo que debemos ser pacientes y rogar que encuentren la flor lo antes posible —respondió al doctor.
***
2:15 pm
«Vaya misión, tener que entregar misiones a mis compañeros genin», pensaba el pequeño Koma mientras recorría las calles de Uzushiogakure.
Koma se trataba de un genin el cual no había destacado mucho en sus días de la academia, a duras penas había logrado pasar el examen de aprobación con mucho esfuerzo y desde entonces, se limitaba a recibir misiones de mensajería rápida y de poca relevancia para la aldea. El genin carecía de un cuerpo típico de un ninja, llegando a ser confundido a menudo como un integrante del clan Akimichi, lo cual odiaba con toda su alma. Contaba con un cabello corto y negro y vestimenta muy típica de su villa.
«Veamos la siguiente carta es para…», se detuvo para leer el destinatario «¡Tashiro Dosan!», se sorprendió al leer el nombre de un antiguo compañero de la academia.
—El vago de Dosan —murmuró.
Lo recordaba cómo alguien con excelentes habilidades pero un poco perezoso para esforzarse. Para Koma, el chico pudo haber sido el mejor de su clase, sin embargo, su falta de seriedad en los estudios le impidió destacarse como se lo merecía.
Koma detalló un poco más la carta sin embargo no pudo encontrar más información impresa en ella, salvo su dirección.
«Espero que esté en su casa ahora mismo», pensó.
De no encontrarlo en su residencia, Koma tendría que empezar a buscar en los alrededores, debía entregar esa misión lo más pronto posible, lastimosamente el ninja no era una persona que se destacara en agilidad por lo que las cartas que debían ser entregadas en horas de la mañana, apenas eran entregadas a esa hora de la tarde.
Así a un ritmo pausado, Koma procedió a dirigirse a la dirección de la carta, la residencia de Dosan.
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