12/03/2021, 12:05
A pesar de su técnica para tratar de esconderse y pensar en cómo actuar a futuro, el joven Sarutobi tenía la sensación de que no sería suficiente y aquello le estaba matando los nervios, debería haber dicho simple y llanamente que no, que no aceptaba aquel combate, pero sabía que el Uchiha no iba a ir en serio, no podía si realmente quería comprobar sus capacidades, por lo que...
—¡AAAAAAAH! — Saori se cayó de culo cuando la cabeza de Datsue surgió frente a él del suelo.
—Por los dioses, chico, no pensarías que íbamos a tener un combate en mitad de la calle, ¿no? —Suspiró—. Dime una cosa, ¿has oído hablar en clase de los Genjutsus? Ya sabes, esas técnicas que sirven para crear ilusiones. Pues, verás… ¡Estás en uno!
El pelinegro asintió con fuerza, aun tratando de llevar su corazón a un ritmo de latidos normal después de aquel susto y miró a todos lados, intentando ver algo que le confirmara las palabras del Jōnin, algo que no tardó en suceder, concretamente, tras el chasqueo de dedos del susodicho.
—¡Guaaaaaau! — Saori vio como a un lado se seleccionaba un personaje idéntico a él, probablemente, él mismo, al otro, sin embargo se seleccionó un personaje que era muy parecido a Datsue, una versión más joven quizá.
Y efectivamente, era un Uchiha Datsue recién salido de la academia, uno que quizás sí pudiera enfrentar cuerpo a cuerpo, lo cual le tranquilizó y le motivó, era su oportunidad de demostrarle a un superior su valía.
—¡Por supuesto! Esto es... maravilloso, ¡es un gran método de entrenamiento! — Exclamó, exaltado y, en cuanto le dijo lo de la moneda, al no especificar de qué valor debía ser, buscó la de menor valor y se la tendió a su interlocutor, porque no tenía muy claro donde debía echarla.
—¡AAAAAAAH! — Saori se cayó de culo cuando la cabeza de Datsue surgió frente a él del suelo.
—Por los dioses, chico, no pensarías que íbamos a tener un combate en mitad de la calle, ¿no? —Suspiró—. Dime una cosa, ¿has oído hablar en clase de los Genjutsus? Ya sabes, esas técnicas que sirven para crear ilusiones. Pues, verás… ¡Estás en uno!
El pelinegro asintió con fuerza, aun tratando de llevar su corazón a un ritmo de latidos normal después de aquel susto y miró a todos lados, intentando ver algo que le confirmara las palabras del Jōnin, algo que no tardó en suceder, concretamente, tras el chasqueo de dedos del susodicho.
—¡Guaaaaaau! — Saori vio como a un lado se seleccionaba un personaje idéntico a él, probablemente, él mismo, al otro, sin embargo se seleccionó un personaje que era muy parecido a Datsue, una versión más joven quizá.
Y efectivamente, era un Uchiha Datsue recién salido de la academia, uno que quizás sí pudiera enfrentar cuerpo a cuerpo, lo cual le tranquilizó y le motivó, era su oportunidad de demostrarle a un superior su valía.
—¡Por supuesto! Esto es... maravilloso, ¡es un gran método de entrenamiento! — Exclamó, exaltado y, en cuanto le dijo lo de la moneda, al no especificar de qué valor debía ser, buscó la de menor valor y se la tendió a su interlocutor, porque no tenía muy claro donde debía echarla.