12/03/2021, 17:39
Su técnica había dado en el blanco, de hecho, había funcionado mejor de lo esperado, cuando el humo se disipó, Saori fue capaz de vislumbrar un Datsue algo chamuscado y, sin duda alguna, muy enfadado.
El joven genin tragó saliva, sabía que ahora venía el momento de defenderse y no sabía qué tan bien podría hacerlo contra él, a pesar de ser una copia de cuando salió de la academia, aún así estaban, como poco, al mismo nivel. El pelicorto pensaba en todas las estrategias posibles, pensó tanto que, de un momento a otro, una luz cegadora se adueñó del lugar, cegándolo por unos segundos, unos segundos en lo que sí pudo escuchar el grito de su contrincante.
—. ¡¡¡Gōkakyū no Jutsu!!!
Su visión empezó solo para ver como una bola de fuego enorme se aproximaba a él con ganas de devolverle las quemaduras que le había provocado y, en un intento desesperado por esquivarlo, y escuchando sus instintos más primarios, se lanzó en plancha a un lado, rodando para tratar de evadirla.
Para su sorpresa, salió indemne de aquel ataque, algo que no podía decir la vivienda que se encontraba en el punto donde impactó la bola ígnea y de repente, la escena se volvió caótica por completo, los gritos de auxilio penetraban los oídos del Sarutobi, que miraba la escena horrorizado, olvidándose por completo de que se encontraba en un mundo ficticio.
—¡¿Qué has hecho?! — Fue lo único que pudo decir antes de abalanzarse directamente hacia el edificio en llamas, atravesando una ventana para entrar y buscar gente a la que ayudar a salir de aquel infierno.
El joven genin tragó saliva, sabía que ahora venía el momento de defenderse y no sabía qué tan bien podría hacerlo contra él, a pesar de ser una copia de cuando salió de la academia, aún así estaban, como poco, al mismo nivel. El pelicorto pensaba en todas las estrategias posibles, pensó tanto que, de un momento a otro, una luz cegadora se adueñó del lugar, cegándolo por unos segundos, unos segundos en lo que sí pudo escuchar el grito de su contrincante.
—. ¡¡¡Gōkakyū no Jutsu!!!
Su visión empezó solo para ver como una bola de fuego enorme se aproximaba a él con ganas de devolverle las quemaduras que le había provocado y, en un intento desesperado por esquivarlo, y escuchando sus instintos más primarios, se lanzó en plancha a un lado, rodando para tratar de evadirla.
Para su sorpresa, salió indemne de aquel ataque, algo que no podía decir la vivienda que se encontraba en el punto donde impactó la bola ígnea y de repente, la escena se volvió caótica por completo, los gritos de auxilio penetraban los oídos del Sarutobi, que miraba la escena horrorizado, olvidándose por completo de que se encontraba en un mundo ficticio.
—¡¿Qué has hecho?! — Fue lo único que pudo decir antes de abalanzarse directamente hacia el edificio en llamas, atravesando una ventana para entrar y buscar gente a la que ayudar a salir de aquel infierno.