29/03/2021, 08:52
A pesar de la disconformidad de Saori, éste pareció dejarse hacer por segunda vez. Himeko parecía entretenida palpándole los brazos mientras parecía medir en su mente qué tal podría hacer el trabajo aquel joven, hasta que la pregunta apareció.
—Porque es una metomentodo, por eso es —gruñó la mujer, separándose de Saori con un gesto hastiado—. Me llama vieja la muy desagradecida, cuando yo la he enseñado todo lo que sabe —continuó, dirigiéndose al pasillo—. En fin, tonterías. Sígueme.
Si el chico decidía seguirla, pasarían por un pasillo hasta dar con una puerta trasera. La anciana la abrió y, justo delante, amplios cultivos se podían apreciar delante de ellos.
—¿Qué tan familiarizado estás con la agricultura?
—Porque es una metomentodo, por eso es —gruñó la mujer, separándose de Saori con un gesto hastiado—. Me llama vieja la muy desagradecida, cuando yo la he enseñado todo lo que sabe —continuó, dirigiéndose al pasillo—. En fin, tonterías. Sígueme.
Si el chico decidía seguirla, pasarían por un pasillo hasta dar con una puerta trasera. La anciana la abrió y, justo delante, amplios cultivos se podían apreciar delante de ellos.
—¿Qué tan familiarizado estás con la agricultura?