17/01/2016, 18:39
Si bien, el chico era de la misma aldea que ella, no le sonaba de nada y realmente sentía muy poco interés en él, simplemente quería irse a casa y rascarse un buen rato posiblemente hasta otro día. Pero algo de las palabras del chico ciertamente se lo impedían de alguna manera, la posibilidad de encontrar objetos curiosos siempre era tentadora pero la idea de seguirle con la búsqueda se esfumó rápidamente. - Hay un problema… - Respondió casi al instante ante los comentarios.
La kunoichi se giró en la dirección a la que había señalado previamente y se dedicó a observar una de las construcciones que parecía mantenerse en buen estado, lo suficiente como para no derrumbarse aunque alguien se parase encima. - Los templos llevan años así y probablemente muchos se hayan llevado lo que había. - Dijo la pelirroja luego de un rato de silencio y planeaba retirarse, irse a la aldea pero como de costumbre había algo que le impedía hacer lo que quería y esta vez era la propia naturaleza.
La llovizna miserable que llevaba tiempo ignorando se intensificó considerablemente hasta el punto de quedar completamente empapados en meros segundos y por si fuera poco podían escucharse claramente relámpagos casi constantemente además de que la pelirroja al menos alcanzó a ver uno que otro rayo a lo lejos. ~ Por una vez que me quiero quedar quieta… ~ Se quejaba en su menta la chica que suspiró pesadamente al ver el espectáculo de luces a lo lejos.
- No te lo puedo negar… - Sentenció al cabo de unos minutos ante la afirmación del rubio. Dicho esto la chica simplemente se encaminó en dirección a esa construcción que había visto previamente que tal vez sirviera de refugio hasta que parase la tormenta o al menos durante un rato. Daba igual si la seguían o no, total, podría quedarse hablando con su madre en el caso de que el chico decidiera irse por su cuenta.
La kunoichi se giró en la dirección a la que había señalado previamente y se dedicó a observar una de las construcciones que parecía mantenerse en buen estado, lo suficiente como para no derrumbarse aunque alguien se parase encima. - Los templos llevan años así y probablemente muchos se hayan llevado lo que había. - Dijo la pelirroja luego de un rato de silencio y planeaba retirarse, irse a la aldea pero como de costumbre había algo que le impedía hacer lo que quería y esta vez era la propia naturaleza.
La llovizna miserable que llevaba tiempo ignorando se intensificó considerablemente hasta el punto de quedar completamente empapados en meros segundos y por si fuera poco podían escucharse claramente relámpagos casi constantemente además de que la pelirroja al menos alcanzó a ver uno que otro rayo a lo lejos. ~ Por una vez que me quiero quedar quieta… ~ Se quejaba en su menta la chica que suspiró pesadamente al ver el espectáculo de luces a lo lejos.
- No te lo puedo negar… - Sentenció al cabo de unos minutos ante la afirmación del rubio. Dicho esto la chica simplemente se encaminó en dirección a esa construcción que había visto previamente que tal vez sirviera de refugio hasta que parase la tormenta o al menos durante un rato. Daba igual si la seguían o no, total, podría quedarse hablando con su madre en el caso de que el chico decidiera irse por su cuenta.