7/07/2021, 03:05
La chica era bastante más jovial que su hermana, pero no era algo que desagradase a Chika. Incluso se río cuando la llamó "señorita". Era increiblemente adorable, por lo que tuvo que hacer esfuerzos extra en no hacer más gestos que se pudiesen considerar de mala educación, como levantarla cogiendola de la cintura o hablarle de forma tonta. No dejaba de ser una ninja por muy joven que fuera.
—No siento que mi fuerte sea el músculo. Y, sinceramente, solo entreno con la espada, acá en el dojo de mi casa con mi hermano. Mi nombre es Jun. Ahora dime el tuyo. Se-ño-ri-ta.
Chika también soltó una breve carcajada al oír como recalcaba la última palabra.
— Bueno, señorita Jun, ¿viene con apellido su nombre? — hizo una sutil reverencia — Yo me llamo Kaminari Chika, del dojo Kaminari. Nosotras entrenamos más el cuerpo que las armas, aunque también usamos armas a mí no me interesan demasiado.
Era como hablar con la versión más suelta de su hermana, sin presiones ni ataduras. Se comportaba como una chica de su edad, lo cual era un contraste muy fuerte con la siempre seria y entrenando Kimi. Contra más la miraba, más sonreía.
— No están mal las armas, pero, recuerda que lo único que siempre tendrás, es tu cuerpo. Así que... cuídalo. — durante un segundo, Chika dejó de sonreír.
Sacudió levemente la cabeza y quitó los malos pensamientos, volviendo a mirar a Jun, esperando su respuesta.
—No siento que mi fuerte sea el músculo. Y, sinceramente, solo entreno con la espada, acá en el dojo de mi casa con mi hermano. Mi nombre es Jun. Ahora dime el tuyo. Se-ño-ri-ta.
Chika también soltó una breve carcajada al oír como recalcaba la última palabra.
— Bueno, señorita Jun, ¿viene con apellido su nombre? — hizo una sutil reverencia — Yo me llamo Kaminari Chika, del dojo Kaminari. Nosotras entrenamos más el cuerpo que las armas, aunque también usamos armas a mí no me interesan demasiado.
Era como hablar con la versión más suelta de su hermana, sin presiones ni ataduras. Se comportaba como una chica de su edad, lo cual era un contraste muy fuerte con la siempre seria y entrenando Kimi. Contra más la miraba, más sonreía.
— No están mal las armas, pero, recuerda que lo único que siempre tendrás, es tu cuerpo. Así que... cuídalo. — durante un segundo, Chika dejó de sonreír.
Sacudió levemente la cabeza y quitó los malos pensamientos, volviendo a mirar a Jun, esperando su respuesta.