9/07/2021, 04:40
El chico suspiró. Con lo acostumbrado que estaba a rodearse con ese tipo de gente, todavía le costaba ver a personas atadas por su posición social, como el Shiroshika.
Sabía que no era la clase de cosas que se solucionaban con palabras de ánimo y poco más, así tuvo que aceptar que lo único que podía hacer era esperar que sus consejos le hayan servido de algo.
De todos modos, antes de que se hubiese dado cuenta, ya habían regresado a la aldea.
—Okay. En ese caso vamos allá, que queda poco.
Tirando con fuerza del carro, Toshiba se acercó a los guardias.
—Buenas, chicos, ya regreso de mi misión. —Saludó, con las confianzas de siempre.
Sabía que no era la clase de cosas que se solucionaban con palabras de ánimo y poco más, así tuvo que aceptar que lo único que podía hacer era esperar que sus consejos le hayan servido de algo.
De todos modos, antes de que se hubiese dado cuenta, ya habían regresado a la aldea.
—Okay. En ese caso vamos allá, que queda poco.
Tirando con fuerza del carro, Toshiba se acercó a los guardias.
—Buenas, chicos, ya regreso de mi misión. —Saludó, con las confianzas de siempre.