9/07/2021, 16:34
—No te rechazo, pero como tu mayor y tu senpai ninja, tengo la responsabilidad de pagarte yo una buena comida para que esos músculos crezcan apropiadamente. Como unos buenos dangos.
—Me estas rechazando igual. Pero si no quieres que te pague está bien. Eso si, no es necesario que me pagues por ser menor.
Jun rio un poco al ver como Chika asentía con la cabeza, como si estuviera explicando el sentido de la vida misma.
—Bueeeeno, si te gusta lo salado podemos coger salado, claro. No quiero decir que lo dulce es lo mejor, pero lo dulce es lo mejor. Nada como unos buenos dangos. Pero, ¿tú qué prefieres? Diría que eres más de salado.
—¿Tengo cara de salado o qué? — dijo levantando la ceja y esbozando una leve sonrisa. —Realmente tenía ganas de algo salado ahora, pero lo que más me gusta es lo dulce. Tampoco me molestaría ir a por unos dangos.
La pelicorto estuvo unos cuantos segundos pensante mientras caminaban, con la mano acariciando su barbilla. Había algo que le estaba carcomiendo la curiosidad con esa chica.
—Hey, Chika. — la miró, algo seria. —¿Qué edad tienes?
Desde un principio, la contraria se había mostrado con una actitud algo extraña, como si le llevase unos cuantos años a la Nara. Pero, lo cierto, es que esta última no pensaba que había mucha diferencia de edad. Si en lo físico había una diferencia, pero no sentía que le llevase una cantidad tan abismal de años como parecía.
—Me estas rechazando igual. Pero si no quieres que te pague está bien. Eso si, no es necesario que me pagues por ser menor.
Jun rio un poco al ver como Chika asentía con la cabeza, como si estuviera explicando el sentido de la vida misma.
—Bueeeeno, si te gusta lo salado podemos coger salado, claro. No quiero decir que lo dulce es lo mejor, pero lo dulce es lo mejor. Nada como unos buenos dangos. Pero, ¿tú qué prefieres? Diría que eres más de salado.
—¿Tengo cara de salado o qué? — dijo levantando la ceja y esbozando una leve sonrisa. —Realmente tenía ganas de algo salado ahora, pero lo que más me gusta es lo dulce. Tampoco me molestaría ir a por unos dangos.
La pelicorto estuvo unos cuantos segundos pensante mientras caminaban, con la mano acariciando su barbilla. Había algo que le estaba carcomiendo la curiosidad con esa chica.
—Hey, Chika. — la miró, algo seria. —¿Qué edad tienes?
Desde un principio, la contraria se había mostrado con una actitud algo extraña, como si le llevase unos cuantos años a la Nara. Pero, lo cierto, es que esta última no pensaba que había mucha diferencia de edad. Si en lo físico había una diferencia, pero no sentía que le llevase una cantidad tan abismal de años como parecía.