11/07/2021, 22:43
—Vale, solo tengo que hacer tráfico ilegal de dulces por tu dojo. Nada complicado.
— Ilegal no, ilegal no. Solo... sutil... sigiloso. Sí, tráfico sigiloso de dulces.
Chika volvió a asentir levemente mientras se acercaban al puesto de dangos. Ilegal era una palabra fea, el gobierno no podía prohibir de lo que no se entera. Siendo el gobierno Kimi y su dieta completamente balanceada. ¡Chika aún está creciendo! Una chica necesita su azúcar.
—No quiero molestar a Shirō, ya lo hago mucho eso. Si tengo ganas de ir a buscar algo para comer lo hago y sino no.
La peliazul solo suspiró. Ya le había repetido varias veces que el desayuno era la comida más importante del día, pero seguía insistiendo en que iba a hacer lo que quisiera. Estas jovenzuelas de hoy en día sencillamente no querían escuchar por no escuchar. ¿Era esto una de esas epocas rebeldes de las adolescentes? Llevaba años esperando la de Kimi, pero ni rastro. Siempre tan seria y disciplinada, era como una maquina, ahora literal.
Jun se encargó de pedir los dangos y Chika sencillamente la siguió y la dejó acercarse tanto como quisiera. Ambas habían acordado que pagaría ella, así que automaticamente olvidó que cualquier otra opción fuese una opción y se quedó mirando los dangos.
— Entonces, en resumen, no desayunas porque no quieres. Pero, ¡Jun-chan! Desayunar es importante. — había intentado dejarlo estar, pero el poder del desayuno era demasiado importante. — Y puedes comer dulces, porque en el desayuno es legal. Como, realmente legal.
— Ilegal no, ilegal no. Solo... sutil... sigiloso. Sí, tráfico sigiloso de dulces.
Chika volvió a asentir levemente mientras se acercaban al puesto de dangos. Ilegal era una palabra fea, el gobierno no podía prohibir de lo que no se entera. Siendo el gobierno Kimi y su dieta completamente balanceada. ¡Chika aún está creciendo! Una chica necesita su azúcar.
—No quiero molestar a Shirō, ya lo hago mucho eso. Si tengo ganas de ir a buscar algo para comer lo hago y sino no.
La peliazul solo suspiró. Ya le había repetido varias veces que el desayuno era la comida más importante del día, pero seguía insistiendo en que iba a hacer lo que quisiera. Estas jovenzuelas de hoy en día sencillamente no querían escuchar por no escuchar. ¿Era esto una de esas epocas rebeldes de las adolescentes? Llevaba años esperando la de Kimi, pero ni rastro. Siempre tan seria y disciplinada, era como una maquina, ahora literal.
Jun se encargó de pedir los dangos y Chika sencillamente la siguió y la dejó acercarse tanto como quisiera. Ambas habían acordado que pagaría ella, así que automaticamente olvidó que cualquier otra opción fuese una opción y se quedó mirando los dangos.
— Entonces, en resumen, no desayunas porque no quieres. Pero, ¡Jun-chan! Desayunar es importante. — había intentado dejarlo estar, pero el poder del desayuno era demasiado importante. — Y puedes comer dulces, porque en el desayuno es legal. Como, realmente legal.