16/07/2021, 23:34
—Perfecto. —Respondió el chico, con una media sonrisa de satisfacción—. Pues vamos allá.
En un último esfuerzo, Toshio empezó a tirar de la carreta durante lo poco que quedaba de camino. Solo necesitaba aguantar un poquito más y ya pronto habría terminado.
La casa de Ahitaka era enorme y preciosa, pero no era nada a lo que el chico no estuviera ya acostumbrado, pues por un motivo u otro siempre acababa codeándose con gente de clase alta.
Durante un momento pensó en informarle que le costaría una misión de rango C el haberse tenido que pegar con los jabalíes, pero la verdad es que el chico le había caído bien, así que se lo dejaría pasar.
—Bonita casa. —Comentó de forma casual mientras pasaban.
En un último esfuerzo, Toshio empezó a tirar de la carreta durante lo poco que quedaba de camino. Solo necesitaba aguantar un poquito más y ya pronto habría terminado.
La casa de Ahitaka era enorme y preciosa, pero no era nada a lo que el chico no estuviera ya acostumbrado, pues por un motivo u otro siempre acababa codeándose con gente de clase alta.
Durante un momento pensó en informarle que le costaría una misión de rango C el haberse tenido que pegar con los jabalíes, pero la verdad es que el chico le había caído bien, así que se lo dejaría pasar.
—Bonita casa. —Comentó de forma casual mientras pasaban.