18/07/2021, 17:24
—¡Buenas! ¿Quién fue el que pidió una kunoichi para ayudar aquí?
Al entrar en el local, Jun vería que el plan del tendero no era tan descabellado, un poco imprudente pero no de completa locura. En la misma entrada había otro desnivel que subía y se creaba un canal en perpendicular a la puerta que llevaba hasta una enorme rendija que debería actuar de desagüe. Debería, porque ahora podía ver que no solo no tragaba agua sino que parecía expulsarla.
Dentro de la tienda, el dueño había dispuesto una especie de barricadas de metal que impedía que todo el agua del canal entrase. Sin embargo, era algo improvisado, aún tenía numerosas fugas que provocaban la inundación del interior.
— Ya era hora. ¡No te quedes mirando y entra aquí! ¡Y cuidado con no tirar nada!
Un hombre mayor estaba en el interior sacando agua con un barreño tan rápido como podía. Había varios sacos colgados del techo y sobre repisas altas, esos estarían a salvo incluso si llegase a inundarse, pero también había pequeños botes que no cabían en las más altas y estaban algo más abajo.
— ¡Vamos!
Al entrar en el local, Jun vería que el plan del tendero no era tan descabellado, un poco imprudente pero no de completa locura. En la misma entrada había otro desnivel que subía y se creaba un canal en perpendicular a la puerta que llevaba hasta una enorme rendija que debería actuar de desagüe. Debería, porque ahora podía ver que no solo no tragaba agua sino que parecía expulsarla.
Dentro de la tienda, el dueño había dispuesto una especie de barricadas de metal que impedía que todo el agua del canal entrase. Sin embargo, era algo improvisado, aún tenía numerosas fugas que provocaban la inundación del interior.
— Ya era hora. ¡No te quedes mirando y entra aquí! ¡Y cuidado con no tirar nada!
Un hombre mayor estaba en el interior sacando agua con un barreño tan rápido como podía. Había varios sacos colgados del techo y sobre repisas altas, esos estarían a salvo incluso si llegase a inundarse, pero también había pequeños botes que no cabían en las más altas y estaban algo más abajo.
— ¡Vamos!