18/07/2021, 18:26
En cuanto Jun pasó la barricada, el hombre prácticamente le lanzó el barreño, y tuvo en sus manos el dispositivo definitivo de sacar agua. El anciano entonces saltó la barricada hacia fuera, para coger la rendija y arrancarla del suelo.
—Esto es una locura señor.
— Muchas gracias, preciosa. ¡Mueve esas manos y deja esa lengua!
Tras manosear un poco la boca del desagüe volvió a aparecer saltando al interior de la tienda, completamente empapado.
— Voy a necesitar un cuchillo más gordo. ¡No dejes que suba el nivel del agua!
Y acto seguido desapareció hacia el interior de la tienda.
Jun vería que la barricada tenía varias fugas, agujeros por los que se colaban pequeños chorros de agua, además de la que se colaba por debajo. Podía intentar tapar alguno y aliviarse la carga o ir hundiendo barreño y sacando agua. Iba a necesitar imaginación o aguante.
—Esto es una locura señor.
— Muchas gracias, preciosa. ¡Mueve esas manos y deja esa lengua!
Tras manosear un poco la boca del desagüe volvió a aparecer saltando al interior de la tienda, completamente empapado.
— Voy a necesitar un cuchillo más gordo. ¡No dejes que suba el nivel del agua!
Y acto seguido desapareció hacia el interior de la tienda.
Jun vería que la barricada tenía varias fugas, agujeros por los que se colaban pequeños chorros de agua, además de la que se colaba por debajo. Podía intentar tapar alguno y aliviarse la carga o ir hundiendo barreño y sacando agua. Iba a necesitar imaginación o aguante.