20/07/2021, 13:13
—Bonita casa. —Comentó el pelirrojo.
—Gracias, aunque a veces me satura de lo ostentosa que puede llegar a ser. —Intentó quitarle importancia.
Por fin llegaron a la puerta del patio, la cual Ashitaka abrió con una gran llave de hierro y el carro pudo pasar sin dificultad. El patio era amplio, con suelo de tierra y paredes encaladas; lo decoraba únicamente una fuente de bambú en el centro y algún que otro trofeo de caza en las paredes.
—Bueno... Pues ya estaría, ahora déjame firmar el pergam...
—¿Ashitaka? —Una voz grave resonó desde el interior de la vivienda.
—¡¿Tío?! —La cara del peliblanco era una mezcla de sorpresa y alegría.
Entonces de la puerta salió el portador de aquella fuerte voz. Cerca de los dos metros de altura, cabellos blancos que acababan en dos largas trenzas que le caían por el torso, barba poblada, envergadura con la que podría ser confundido con una bestia... Era todo un portento de la raza humana, pero para el genin lo que más le llamó la atención fue el chaleco shinobi de la Aldea, una bandana por cinturón y una placa dorada triangular que colgaba de la manga derecha de su yukata.
—¡Pero bueno! Si tenemos aquí a mi sobrino favorito, cuánto tiempo. —Su mirada se dirigió hacia Toshio y parece que le inspeccionó. —Hombre, un compañero de oficio. ¿Eres amigo de Ashitaka? —Expresó con una sonrisa de oreja a oreja y poniéndole la mano en el hombro al Kurogane.
—Gracias, aunque a veces me satura de lo ostentosa que puede llegar a ser. —Intentó quitarle importancia.
Por fin llegaron a la puerta del patio, la cual Ashitaka abrió con una gran llave de hierro y el carro pudo pasar sin dificultad. El patio era amplio, con suelo de tierra y paredes encaladas; lo decoraba únicamente una fuente de bambú en el centro y algún que otro trofeo de caza en las paredes.
—Bueno... Pues ya estaría, ahora déjame firmar el pergam...
—¿Ashitaka? —Una voz grave resonó desde el interior de la vivienda.
—¡¿Tío?! —La cara del peliblanco era una mezcla de sorpresa y alegría.
Entonces de la puerta salió el portador de aquella fuerte voz. Cerca de los dos metros de altura, cabellos blancos que acababan en dos largas trenzas que le caían por el torso, barba poblada, envergadura con la que podría ser confundido con una bestia... Era todo un portento de la raza humana, pero para el genin lo que más le llamó la atención fue el chaleco shinobi de la Aldea, una bandana por cinturón y una placa dorada triangular que colgaba de la manga derecha de su yukata.
—¡Pero bueno! Si tenemos aquí a mi sobrino favorito, cuánto tiempo. —Su mirada se dirigió hacia Toshio y parece que le inspeccionó. —Hombre, un compañero de oficio. ¿Eres amigo de Ashitaka? —Expresó con una sonrisa de oreja a oreja y poniéndole la mano en el hombro al Kurogane.