24/07/2021, 19:38
—Si vivieses en el exilio, como tu excompañero Juro, sabrías que ganarse las habichuelas fuera de la ley está jodido. Especialmente cuando nadie quiere hacer tratos contigo por temor a que se les relacione con lo que hiciste en el torneo. Podría dedicarme al pillaje, pero aunque resulte extraño, tengo cierto Código. Solo me meto con los ninjas, no con los civiles.
«No metas a Jurete en esto, cabrón»
Ahora solo le faltaba meterse con los ninjas de su tamaño para no parecer un abusón y ya sería todo ninja de lo más noble. Tan noble como las cosas por las que luchaba, La igualdad y la abolición de las figuras supremacistas de los Daimyo y toda esa mierda. Pero eso seguramente no era algo que contemplase Zaide. Mejor meterse con alguien que no supusiera una amenaza real.
—En el pasado hubo una temporada que me dedicaba a secuestrar a ninjas pudientes y pedir un rescate a sus familias. —Se encogió de hombros—. Pensé en volver al ruedo. Tú eres el primer afortunado. ¿Cuánto crees que Kintsugi pagaría por recuperarte? Espero que mucho, ¿huh? O tendrás un problema.
A decir verdad, yo también estaba deseando de que estuviese en lo cierto, aunque supusiera una humillación personal y una potencial pérdida de rango al haberme dejado cazar por un criminal mundial.
— La verdad es que tengo bastante buen rollo con Kintsugi, seguro que hace un esfuerzo
»¡Mi pregunta! Y espero de ti que te extiendas como yo, joven bastardo. Cuéntame en detalle eso confidencial que descubriste de tu enfrentamiento con el General.
Por supuesto, ¿acaso alguien esperaba otro tipo de inquietudes? el tipo nos e había dignado durante todo aquel rato siquiera a esconderse. Quería saber qué pasó y hasta cierto punto aquella era mi baza para sacarle cuanta más información posible. Era mi turno de saciar su sed de información.
— Algo me decía que ibas a sacar el tema... Bien, pues resulta que no estaba allí de casualidad y sabía muy bien lo que buscaba. Nunca imaginé que alguien sería tan soplapollas e hacer negocios con alguien como Kurama. Menos aún pensar que sería alguien de Kusagakure. Supongo que de cosas como estas nace el dicho aquel que dice 'no digas de este agua no beberé', porque siempre se acaba bebiendo de ese jodido agua. El General estaba buscando su contacto en Kusagakure, al parecer alguien vendió su alma al diablo y como todos sabemos, el diablo se llama Kurama, no sé si me explico...
Solo de pensarlo me ardía la sangre. Por mucho que creas que Kintsugi encarna todos los males de tu aldea, por mucho que odies a la Morikage... hacer negocios con Kurama es una locura.
— ¡Me vuelve a tocar! ¿Imagino que no harás todo esto solo por dinero, ¿verdad? De hecho, te bastaría con ir a cazar a Juro y pedir su recompensa. desde luego, seguro que te ganarias muchos más ryos que capturándome a mi. Así que... ¿qué buscas de Kusagakure?
«No metas a Jurete en esto, cabrón»
Ahora solo le faltaba meterse con los ninjas de su tamaño para no parecer un abusón y ya sería todo ninja de lo más noble. Tan noble como las cosas por las que luchaba, La igualdad y la abolición de las figuras supremacistas de los Daimyo y toda esa mierda. Pero eso seguramente no era algo que contemplase Zaide. Mejor meterse con alguien que no supusiera una amenaza real.
—En el pasado hubo una temporada que me dedicaba a secuestrar a ninjas pudientes y pedir un rescate a sus familias. —Se encogió de hombros—. Pensé en volver al ruedo. Tú eres el primer afortunado. ¿Cuánto crees que Kintsugi pagaría por recuperarte? Espero que mucho, ¿huh? O tendrás un problema.
A decir verdad, yo también estaba deseando de que estuviese en lo cierto, aunque supusiera una humillación personal y una potencial pérdida de rango al haberme dejado cazar por un criminal mundial.
— La verdad es que tengo bastante buen rollo con Kintsugi, seguro que hace un esfuerzo
»¡Mi pregunta! Y espero de ti que te extiendas como yo, joven bastardo. Cuéntame en detalle eso confidencial que descubriste de tu enfrentamiento con el General.
Por supuesto, ¿acaso alguien esperaba otro tipo de inquietudes? el tipo nos e había dignado durante todo aquel rato siquiera a esconderse. Quería saber qué pasó y hasta cierto punto aquella era mi baza para sacarle cuanta más información posible. Era mi turno de saciar su sed de información.
— Algo me decía que ibas a sacar el tema... Bien, pues resulta que no estaba allí de casualidad y sabía muy bien lo que buscaba. Nunca imaginé que alguien sería tan soplapollas e hacer negocios con alguien como Kurama. Menos aún pensar que sería alguien de Kusagakure. Supongo que de cosas como estas nace el dicho aquel que dice 'no digas de este agua no beberé', porque siempre se acaba bebiendo de ese jodido agua. El General estaba buscando su contacto en Kusagakure, al parecer alguien vendió su alma al diablo y como todos sabemos, el diablo se llama Kurama, no sé si me explico...
Solo de pensarlo me ardía la sangre. Por mucho que creas que Kintsugi encarna todos los males de tu aldea, por mucho que odies a la Morikage... hacer negocios con Kurama es una locura.
— ¡Me vuelve a tocar! ¿Imagino que no harás todo esto solo por dinero, ¿verdad? De hecho, te bastaría con ir a cazar a Juro y pedir su recompensa. desde luego, seguro que te ganarias muchos más ryos que capturándome a mi. Así que... ¿qué buscas de Kusagakure?
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa